El Cabildo de Gran Canaria ha abierto al tráfico de vehículos el tramo de la carretera GC-200 entre El Risco y La Aldea, que se encontraba cerrado debido a los desprendimientos que se produjeron por las lluvias, si bien la circulación de bicicletas, motos, peatones y guaguas de más de 8 metros sigue restringida desde Agaete hasta La Aldea.

La carretera que se ha abierto este viernes, se ha producido "antes de lo previsto" debido, según el consejero de Obras Públicas del Cabildo, Ángel Víctor Torres, "al trabajo y la coordinación de los equipos de conservación de carreteras", según informó la institución insular en nota de prensa.

En este sentido, explicó que de la carretera de La Aldea se han retirado las piedras caídas a la calzada, mientras que cuatro equipos de conservación de carreteras de las zonas oeste y norte han estado trabajando en bacheos, saneos y barreras para dejar la carretera transitable.

Por otro lado, indican que la retirada de la malla de protección dañada "aún no ha finalizado, por lo que hay que respetar las señalizaciones y pasos alternativos mientras duren esos trabajos en altura". De todos modos, desde Obras Públicas se indica que la carretera "se mantendrá abierta siempre y cuando se pueda garantizar la seguridad", por lo que se aconseja "estar pendientes de las comunicaciones del Cabildo ante la previsión de lluvias a partir de esta madrugada".

Así, la única carretera que continúa cerrada por las lluvias es la GC-550, que une Temisas y Santa Lucía, y que está afectada por un "importante" socavón. "Seguimos trabajando en ese socavón y en otros puntos de la carretera porque incluso anoche se produjo un nuevo desprendimiento", dijo Torres.