Las empresas distribuidoras de combustibles reconocen que estos productos cuestan en Canarias, antes de impuestos, más que en el continente europeo pero recalcan que no se debe a un pacto de concertación de precios, sino a unos sobrecostes "innegables" por lejanía e insularidad.

La Cámara de Comercio de Gran Canaria ha solicitado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia que investigue los precios de los combustibles en las islas e imponga medidas correctivas y sanciones, porque considera que no existen razones que justifiquen que los consumidores del archipiélago paguen gasóleo y la gasolina al precio más alto de toda la Eurozona, antes de impuestos.

Los operadores de Canarias reconocen que existe un "diferencial" con respecto a la Europa continental, pero niegan que ello responda a ningún pacto oculto entre ellos y observan "falta de rigor técnico" en el estudio en el que se basa la Cámara de Comercio.

Un portavoz de una de las ocho empresas que operan en este sector en Canarias ha asegurado a Efe, en nombre de todas ellas, que el sobrecoste que el consumidor paga por los combustibles en las islas se debe a la situación geográfica del archipiélago.

"Los diferentes productos refinados del petróleo llegan a Canarias para su venta final desde la Península Ibérica; por lo tanto, sí están afectados por sobrecostes generados por el transporte respecto al mismo producto distribuido en el mercado continental europeo. La refinería de Tenerife está inactiva y solo opera, en este momento, como instalación de almacenamiento de productos ya refinados", responden los distribuidores canarios.

Los operadores del archipiélago subrayan que a los costes de traer el combustible desde las refinerías del continente hay que sumar los derivados de "reducido volumen de los fletes", debido al pequeño tamaño del mercado de la comunidad de Canarias, compuesto por dos millones habitantes, repartidos en siete islas.

Todo ello se traduce en unos costes logísticos unitarios "muy superiores a los del mercado peninsular", que además se encarecen por un tercer factor: la obligación que tienen los operadores en Canarias de almacenar combustibles para poder atender 30 días de consumo si se produjera cualquier circunstancia que interrumpiera el tráfico marítimo hacia todas las islas o alguna de ellas.

En cambio, apunta el portavoz de estas empresas, las operadoras de la península solo están obligadas a almacenar reservas equivalentes al consumo de cuatro días.

"Todos esos factores determinan la diferencia de precios del producto antes de la aplicación de los impuestos entre Canarias y la península. En ningún caso, tiene que ver con acuerdos entre los ocho operadores que atienen el mercado en Canarias", recalca.

Los distribuidores de combustible de Canarias argumentan que resulta "evidente" que, en cualquier sector no subvencionado, los precios finales de cualquier producto en las islas son superiores a los de la península antes de que les apliquen los impuestos.

También recuerdan que el combustible tiene en Canarias una fiscalidad reducida, que fue diseñada precisamente "para compensar al consumidor final los sobrecostes que afectan a estos productos".

"Si queremos los mismos precios para los combustibles antes de impuestos que en la península, una posibilidad sería recurrir a la misma fórmula que se aplica en el suministro eléctrico, en la que el conjunto del mercado nacional y el presupuesto general del Estado, por el principio de solidaridad, absorben el sobrecoste de la insularidad y lejanía en la generación, transporte y distribución de electricidad", apuntan.

En cuanto al estudio de la Cámara de Comercio de Gran Canaria, creen que incurre en falta de rigor al comparar los precios de un mes de septiembre con los de diciembre y al omitir en su análisis factores como el sobrecoste de posicionamiento del producto en Canarias, el coste de almacenamiento, el derivado de los fletes entre islas y el impuesto por la obligación de tener que garantizar 30 días de consumo.