Patricia Hernández afrontó su intervención en el Pleno del Parlamento casi como su discurso de investidura como vicepresidenta del Gobierno de Canarias y como una reivindicación por anticipado de la influencia que el PSOE ejercerá sobre el próximo ejecutivo, en el que dispondrá de cuatro consejerías, aunque también se prodigó en referencias al programa expuesto por Fernando Clavijo.

Este, por su parte, le agradeció su "apoyo, generosidad, compromiso y valentía" por asumir esta responsabilidad "en momentos de mucha dificultad" y celebró que ambos comparten "la certeza de que esta tierra tiene futuro y que la dificultad está en no dejar a nadie atrás".

"Que nadie tenga la menor duda: la impronta del Partido Socialista está en el programa de Gobierno y se hará notar en estos cuatro años", dijo Hernández, ayer portavoz de su grupo. Frente a quienes han criticado la distribución de áreas para el PSOE, fruto de la negociación con Coalición Canaria, Hernández repuso: "Nos gustan los retos. Nos gustan las políticas sociales y la sanidad pública, que son los únicos recursos que tienen los que menos tienen".

Para ilustrar su tesis de que la política debe acercarse a los ciudadanos, la líder socialista recurrió a su vecina Carmen, harta de "los temas de los políticos". "Este debe ser el Parlamento de Carmen", opinó, una Cámara en la que se hable de los parados, los trabajadores con "jornadas agotadoras y sueldos bajos" y los hogares sin ingresos.

Según Hernández, si el Gobierno saliente tuvo como cometido evitar el desmantelamiento del estado del bienestar en un marco de crisis y recortes, el que en breve será constituido debe aspirar a ampliarlo y a que gane en eficacia y eficiencia. Hasta que "la recuperación no entre por las casas de las familias", no podrá hablarse del final de la crisis, advirtió.

Además de destacar el peso de las políticas socialistas en la futura acción de gobierno, Hernández defendió el legado de su partido durante la legislatura anterior. Como ejemplos de que "en educación es mucho lo conseguido", esgrimió el descenso experimentado por las cifras de abandono escolar y las de repetición y la cobertura de todas las vacantes en el profesorado, al tiempo que se marcó como reto para la nueva etapa -en la que estas competencias estarán en manos de CC- el pleno desarrollo de la ley educativa autonómica.

La portavoz del PSOE fue algo más allá que Clavijo en algunas medidas, como la exigencia de responsabilidad social -igualdad salarial entre hombres y mujeres, estabilidad laboral- a las empresas con las que contrate el Gobierno, una cuestión que el candidato abordó con cautela, aunque sin cerrarse a ella. También avanzó que el Ejecutivo hará uso de la posibilidad de expropiar el uso de viviendas vacías propiedad de las entidades financieras pese a que la ley que lo contempla está recurrida ante el Constitucional.