El jefe del Servicio de Epidemiología y Prevención de la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de la Salud, Domingo Núñez, se ha mostrado contrario a que los padres estén obligados por ley a vacunar a sus hijos en las islas, donde la tasa de vacunación se acerca al 97,8%.

Domingo Núñez, explica que este porcentaje permite que no haya debate en cuanto a la obligatoriedad de las vacunaciones, pues hay una "abrumadora" mayoría que sigue el calendario de vacunaciones y los que no lo hacen no suponen un motivo de preocupación colectiva.

El especialista en Epidemiología y Prevención no cree necesario que se llegue "hasta el extremo" de tener que hacer obligatoria la vacunación, lo cual ha advertido de que podría generar resistencias.

El programa de vacunación en España mantiene diferencias con el de otros de países europeos, al ser universal y gratuito, lo que contribuye también a que la sociedad conozca en general los beneficios que genera proteger a los menores con vacunas, lo que ha hecho que desaparezcan enfermedades como el sarampión, la rubeola o la polio.

También la difteria se daba por desaparecida, aunque no por erradicada, y el último caso registrado en Canarias es en 1982, año en el que contrajeron esta enfermedad tres menores en la provincia de Santa Cruz de Tenerife.

Según Núñez, el porcentaje sin vacunar no supone un motivo de preocupación colectiva, aunque sí para los padres del niño que no está vacunado, que, sin embargo, se beneficia de la protección de la comunidad.

No obstante, mientras sigan habiendo focos en determinadas partes del planeta siempre existe la posibilidad de que si se baja la guardia pueda emerger la enfermedad, lo que sucede en estos momentos con la polio al haber focos en África, Pakistán y Afganistán.

Para erradicar estas enfermedades, cuyo reservorio es humano, es necesario que toda la población esté protegida, tal y como sucedió con la viruela, desaparecida desde el año 1979.