Canarias es la comunidad autónoma con menos donaciones de sangre, según ha quedado constatado en el último informe anual de la Federación Española de Donantes de Sangre, puesto que si la media nacional es de 49 donantes por cada mil habitantes, en las Islas esta cifra baja hasta los 35, pero ¿por qué?

Desde el Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH) explican que, por el momento, no existe un estudio sociológico que determine con exactitud los motivos de esta caída continua de las donaciones desde el año 2009, pero sí tienen indicios de las posibles causas.

"El estado de ánimo que ha causado la crisis entre la población, que no era el mejor, ha tenido mucho que ver y a eso hay que sumar que las campañas que se hacían en las empresas con un determinado número de trabajadores y polígonos se han reducido mucho porque hay menos empleados. También ha habido notables cambios demográficos, porque durante años hubo un gran aflujo de inmigrantes y, sin embargo, ahora se ha ido mucha gente", detallaba ayer el director técnico del ICHH, Amador Martín, que añade que "de lo que no hay duda es de que la población lo que demanda es que no tenga que acercarse a un punto a donar sino que se les ponga la unidad lo más cerca posible y esto es muy complicado, por más que tenemos a todas unidades móviles trabajando y moviéndose a diario, y contamos con promotores que abordan a las personas y les intentan convencer para que donen".

Pero, ¿por qué Canarias está a la cola del territorio nacional?

Amador Martín lo vincula a la necesidad de cambiar la mentalidad de la gente para que no confundan la donación de órganos con la de sangre, porque "muchas personas ven la noticia de Canarias es líder en donación de órganos y creen que también lo es de sangre, cuando no tienen nada que ver. Realmente la gente se moviliza muy rápida y eficazmente cuando sabe que hay un familiar o alguien conocido que necesita sangre, pero lo que falla es que no hay conciencia de que esa necesidad no es puntual sino constante y que se necesitan donaciones todos los días. Tener un stock mayor o menor es importante, pero lo es más que haya una número elevado de donantes habituales. No ha calado la idea de que la donación es una necesidad global y que la sangre tiene que estar esperando a los pacientes y no al revés", se lamenta el experto.

No obstante, confía en que con las campañas que están previstas, sobre todo durante el verano, "ayuden a informar y concienciar para que no haya que convencer a la gente para que done sino que cuando llegue una unidad móvil vayan directamente a donar".