La Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) reconoció ayer que la declaración de impacto ambiental del proyecto de Chillida para la montaña de Tindaya (Fuerteventura) ha caducado, pero acordó reactivar su validez en todos sus términos originales.

El movimiento ecologista, a través de Ben Magec, había instado hace meses a la Cotmac a que declarara la caducidad de la declaración de impacto ambiental del proyecto del escultor vasco, aprobada en 2009, lo que hubiera dejado sin cobertura legal las obras necesarias para llevarlo a cabo.

Los ecologistas alegaban que la propia declaración de impacto disponía que caducaría a los cinco años de haberse notificado al promotor de las obras, un plazo que, sostenían, había vencido el 7 de julio de 2014.

La Cotmac admite que la declaración de impacto ha caducado, pero acuerda reactivarla

Ben Magec presentó esta solicitud dentro de la batería de recursos e iniciativas que ha promovido para intentar que el proyecto de Chillida sea abandonado por su efecto sobre los valores naturales de la zona y los grabados prehispánicos de la montaña.

La Cotmac coincide con los ecologistas en que la declaración de impacto ha caducado, pero sostiene que la legislación permite "rehabilitarla" si se comprueba que "desde su aprobación no han variado los valores ambientales existentes en la zona objeto de estudio", como, a su juicio, ocurre con Tindaya.

El organismo recuerda que tanto el Cabildo de Fuerteventura como la Dirección General de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Canarias "han informado en ese sentido".