La operación del sellado de los tanques de combustible del buque "Oleg Naydenov", hundido a 27 kilómetros al sur de Gran Canaria, comenzará a mediados de la semana que viene, una vez que llegue, en los próximos días, una embarcación con dos robots submarinos que trabajarán en él.

El ingeniero Gerardo Miranda, de la empresa noruega Otech, a la que el Gobierno ha encargado esta operación, informó ayer de que la nueva embarcación "Fugro Saltire" sustituye a la que ha operado hasta ahora -"Grampian Surveyor"- con otro robot submarino que ha logrado detectar ocho puntos de fuga por los que el fuel sale.

El ingeniero explicó que se trata de un proceso "muy complicado", porque el pecio se encuentra a 2.700 metros de profundidad y existe una presión muy elevada, de 270 bares, en una rueda de prensa que ofreció junto al secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda del Ministerio de Fomento, Julio Gómez-Pomar.

La operación, además, requiere de una "gran planificación", por lo que el ingeniero no pudo precisar ni el coste ni el tiempo que se tardará en el sellado de los tanques del buque, de cuyo hundimiento se cumplen esta noche tres semanas.

Gómez-Pomar reiteró el compromiso del Gobierno de que tras el sellado del buque se procederá a la extracción del fuel, un proceso que actualmente evalúan los técnicos y para el que se habilitarán todos "los medios necesarios".

El fuel que mana del buque es de una viscosidad muy alta, mayor aún por las condiciones de temperatura y presión, y fluye lentamente, a unos diez litros por hora.

El experto explicó que la operación de sellado es complicada y exige una primera fase de limpieza de la zona a operar, con el fin de retirar obstáculos para que los robots submarinos puedan trabajar. Tras ella, se procederá a cortar la tubería de venteo y a taponarla con dos barreras independientes, un tapón inflable y otro mecánico, lo que exige un tiempo aproximado de una hora.

A ello hay que añadir las dos horas que tarda el robot submarino en bajar hasta el pecio.