Greenpeace acusó ayer a la Armada de interceptar "violentamente" sus lanchas neumáticas procedentes del barco "Arctic Sunrise" que se habían aproximado al buque de perforación "Rowan Renaissance" -el que emplea Repsol para hacer los sondeos en las Islas- para protestar "de forma pacífica" contra las prospecciones. El grupo ecologista denunción en una nota que las embarcaciones de la Armada "embistieron en varias ocasiones" sus zódiacs y, como resultado, cayó al mar una de las activistas, que sufrió dos cortes y una fractura. "Otro activista también resultó herido y las embarcaciones de la organización también resultaron dañadas", agregó.

La activista, de nacionalidad italiana y 23 años, fue trasladada por miembros de la Marina a su buque Relámpago "y se encuentra fuera de peligro", añade la nota. Luego se trasladó a Gran Canaria.

Greenpeace aclaró que el "Arctic Sunrise" continúa frente al barco de Repsol, pero fuera de la zona de exclusión decretada por las autoridades, "donde permanecerá por el momento para evaluar los daños sufridos y a la espera de que lleguen más barcos procedentes de las Islas para sumarse a la protesta pacífica".

Por su parte, el ministro de Industria, Energía y Turismo, y presidente regional del PP de Canarias, José Manuel Soria, afirmó que la Armada seguirá "preservando la libertad de actividad" en la zona.

"La Armada Española tiene una base naval en Canarias -en Las Palmas de Gran Canaria- y tiene, entre otras misiones, la de preservar la libertad de navegación y de actividad a todos aquellos barcos que tienen autorización para ello", explicó, y remarcó que la Armada "tiene que preservar ese orden".