El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ha aprovechado el tramo final de su último mandato -tras ser descabalgado por Fernando Clavijo como candidato de Coalición Canaria- para expresar su demanda más rotunda de autogobierno: la de una "soberanía compartida" para el Archipiélago, un concepto que ha tomado prestado del lehendakari Íñigo Urkullu para confeccionar un artículo publicado ayer en la prensa canaria que ha suscitado un rechazo contundente en el Partido Popular.

Así, la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento (PP), advirtió ayer a Rivero de que se coloca "fuera de la realidad" al hablar de soberanía compartida, con una propuesta que cree "inadecuada y desacertada".

En declaraciones a Onda Cero recogidas por Efe, Hernández Bento añadió que, a su juicio, "lo triste" es que este tipo de propuestas ya no le causan sorpresa en boca de Paulino Rivero, del que se preguntó "qué le falta por pedir, si la independencia o cualquier otro disparate".

Por su parte, la portavoz parlamentaria del PP de Canarias, Australia Navarro, recordó al jefe del Ejecutivo que "la soberanía nacional reside en el pueblo español y es compartida por todos los españoles sin excepción".

Navarro lamentó que "Rivero confunda interesadamente la soberanía como la suma de las comunidades autónomas españolas, cuando la soberanía reside en los ciudadanos, en las personas y no en los territorios y las regiones que conforman España, como pretenden algunos dirigentes nacionalistas". Para la portavoz popular, "Canarias tiene una personalidad propia a la hora de defender su singularidad económica, fiscal y geográfica, consagrada en la Constitución Española a través del REF y del hecho insular".

Desde las filas de la propia CC, su secretario general, José Miguel Barragán, mostró el respaldo del partido al texto firmado por el presidente porque "no dice nada que no se haya dicho antes" y "no traspasa ninguna línea roja" del ideario de los nacionalistas canarios.

El concepto de "soberanía compartida", título del artículo de Paulino Rivero, se refiere a que el Estado y las comunidades autónomas tienen un reparto de competencias y hay decisiones soberanas de cada administración en el ámbito de esas competencias, explicó Barragán.

Lo que pide Rivero, continuó, es que se revise la Constitución para que esa diversidad y esa realidad diferenciada de Canarias tenga un mejor encaje, subrayó Barragán.

Sobre la posición de Rivero de que el papel de la Administración del Estado se limite en Canarias a las Fuerzas Armadas, Barragán puntualizó que se trata de "un propósito de máximos" para Coalición Canaria, que como partido nacionalista aspira a que el Archipiélago ejerza el máximo de competencias, aunque también es consciente de que "el Estado no está por esa labor".

Juan Manuel García Ramos, presidente del Partido Nacionalista Canario (PNC) -formación que mantiene un acuerdo con CC-, recordó que su posición es la de que "un proceso jurídico-político de soberanía compartida" sin salir de la Constitución debe ser "la hoja de ruta de un nacionalismo responsable y posible en estos momentos".

"Suscribimos la invitación del presidente de Coalición Canaria (el propio Rivero) y del Gobierno de Canarias por oportuna e inaplazable", defiende el presidente del Partido Nacionalista Canario.

Las frases

"Necesitamos una Canarias fuerte, autogobernada, donde las decisiones las tomemos los canarios".

"Esta aspiración se debe traducir en la regulación de un estatus específico en el contexto del Estado".

"Debemos tender a una soberanía que nos permita avanzar en las políticas propias y por Canarias como una nación con capacidad para decidir su futuro".

"El principio de Administración única supone que el Estado en Canarias se limite a las Fuerzas Armadas".