En media hora, el rey de España y Obama abordaron tantas cosas que yo creo que lo publicado es imposible. Porque en media hora no se puede hablar de terrorismo, de la OTAN, del cambio climático, del yihaidismo variado, de la familia, etcétera. Es imposible. Así que las informaciones oficiales mienten.

En media hora sólo se pueden saludar dos personas, preguntarse por las familias y hacerse un montón de fotos. Lo demás, leche de machanga. Así que yo creo que el nuevo rey y el presidente Obama no hablaron sino de banalidades y luego la literatura oficial hace el resto.

La entrevista se celebró junto a una chimenea -al final del verano- del hotel "Waldorf Astoria", donde se alojó el presidente durante su visita a las Naciones Unidas para intervenir en el pleno. Faltaron el gorro de Papa Noel y los cuernos de Rodolfo, el reno.

Vamos, que nos quieran convencer de que en media hora se descubrió de nuevo América clama al cielo. Está bien que ambos mandatarios se reúnan y que hablen (Felipe VI sabe inglés y no como Zapatero, que le dijo a Obama, en su día, aquello de my taylor is rich).

Y para más inri, la entrevista iba a durar 15 minutos y se prolongó hasta 30, como una gran cosa. Quien hace el minutado de Obama se pasó cuatro pueblos. En media hora, repito hasta la saciedad, no se puede abordar una conversación mínimamente seria sobre un tema de interés mundial. Ni de coña.

Hoy tenía yo ganas de contarles esto porque me hizo gracia ver la foto de los dos dirigentes, tiesos como mojamas, sentados en dos sillones del "Waldorf", mirando para las cámaras y sonriendo, sin nada que decirse, sólo palabras protocolarias. Un encuentro no se celebra cara a la galería, sino en un despacho, con gente alrededor que tome notas de los asuntos a tratar, con un temario y de manera más seria.

Me da que Obama despachó al nuevo rey con una pincelada, porque está muy ocupado y España es poco importante. A ver si emplea el mismo tiempo con Mahamud Abbas, con Netanyahu o con Hollande o Merkel. Yo para eso no voy a Nueva York, ni cruzo el Atlántico, arriesgándome a volar en el avión chimbo de la Fuerza Aérea, ni me hago la foto, sólo para salir y que me vea todo el mundo junto al líder mundial.

Bueno, es lo que yo pienso, a lo mejor ustedes no sienten lo mismo y rebaten mis argumentos. Para eso están las cartas al director. Anímense. Todo muy bonito para ser verdad... en sólo media hora.