El consejero de Nueva Canarias en la Radiotelevisión Canaria (RTVC), Miguel Guerra, ayer anunció que renuncia al cargo ante la imposibilidad de que el órgano, nombrado por el Parlamento, pueda ejercer la labor de fiscalización y control que tiene encomendada sobre el ente público regional.

Guerra critica la demora del Parlamento en renovar el Consejo de Administración, que lleva siete años en funciones. Su partida compromete en mucho su actuación porque ya será imposible alcanzar la mayoría necesaria para poder celebrar asambleas -una sentencia dejó claro la necesidad de que haya mayoría de miembros, lo que requiere la asistencia, como mínimo, de cinco miembros de los ocho que conforman el órgano, pero su vacante rebaja a cuatro los integrantes del consejo-. Guerra critica que en la última sesión se intentó debatir una propuesta para hacer dimitir al director del ente, Guillermo García, que la falta de asistencia de consejeros por CC impidió celebrar.

La portavoz del PP en la materia, Águeda Montelongo, aclaró que los consejeros de esa formación seguirán en el cargo hasta que se produzca la renovación del órgano, lo que exige que se concrete "cuanto antes", y responsabilizó del retraso al Gobierno regional.

La diputada de CC Nuria Herrera replicó que la demora es culpa del propio Parlamento y señaló que fue el PP quien con su intransigencia impidió actualizar el Consejo cuando se actualizaron el resto de los órganos dependientes de la Cámara. Por su parte, José Miguel Barragán recordó que el proceso de renovación sigue abierto y que si se no completa es por la falta de consenso sobre los futuros integrantes.