La ciencia suele dar por sentado que los océanos son vastos desiertos de agua y que la vida solo puebla las aguas poco profundas cercanas a los continentes, pero los gigantescos remolinos que se forman al sur de Canarias, llenos de plancton, comienzan a cuestionar ese paradigma.

Una veintena de investigadores de seis instituciones de primer nivel de España, EE UU, México y Holanda zarparán mañana desde Gran Canaria a bordo del buque de la Armada "Hespérides" al encuentro de los tres enormes remolinos oceánicos que en este momento están activos 300 millas al suroeste de las Islas.

Las Islas Canarias son "fábricas" naturales de este tipo de remolinos oceánicos, que pasan desapercibidos a los barcos, porque su diámetro es muy grande y su movimiento, muy lento, pero que sí pueden detectarse desde el espacio, por satélite, gracias al desnivel que generan en la superficie del mar (un resalte de unos 20 centímetros de altura, en forma de cabeza de chincheta).