La isla de El Hierro es la más pequeña del Archipiélago canario. Este dato es bien conocido por todos pero, ¿alguna vez se han preguntado cuál es el pueblo más pequeño de la isla más pequeña de Canarias? a respuesta a esa incógnita tiene fácil solución: Tiñor.

Tiñor, situado en una ladera al sur de Valverde, se encuentra a escasos cinco kilómetros del casco urbano de la capital herreña y cuenta con unas pocas casas que están escondidas en un desnivel, lo que hace que casi ni se vean desde la carretera.

Sus viviendas son construcciones típicas herreñas con paredes de piedra y techos de teja.

os habitantes de este pueblo, ideal para perderse, se dedican a la agricultura y a la ganadería.

Tiñor es un lugar perfecto para árboles frutales o ganado, pero también lo es para los amantes y aficionados a la fotografía. Sin duda, en la época que florecen los brezos el paisaje es digno de ser inmortalizado.

Apenas 10 familias viven a lo largo del año en este desconocido y bucólico enclave. Esta circunstancia hace que todos los vecinos sean una gran familia, cuidándose unos a otros y ayudándose en sus quehaceres diarios.

Así, cuando alguno de ellos va a hacer la compra o cualquier otro encargo, avisa a los demás por si necesitan algo. De este modo, ir a comprar una simple barra de pan o cualquier otro producto a un supermercado puede suponer volver cargado hasta los topes.

Tiñor sale de su anonimato cada cuatro años con la celebración de la Bajada de la Virgen de los Reyes, la fiesta más importante y con mayor tradición de El Hierro.

Este protagonismo se debe a que el conocido Camino de la Virgen pasa por el corazón del pueblo a lo largo del trayecto de la Madre Amada hacia Valverde.

Tiñor tiene una de las rayas en las que se divide el camino y además es una parada donde los vecinos agasajan a bailarines y fieles que caminan junto a la Patrona de El Hierro.

Este protagonismo es efímero, ya que una vez la imagen de la Virgen abandone el pueblo, Tiñor vuelve a su tranquilidad.

Sin embargo, a pesar de su pequeño tamaño, Tiñor bien merece la pena una visita, puesto que tiene muchas personas que conocer, sensaciones y paisajes que disfrutar y tradiciones que vivir.