Camillas en los pasillos, sala de espera atestada de gente y el personal desbordado sigue siendo la tónica general en el Servicio de Urgencias del Hospital Universitario de Canarias (HUC) doce días después de la inauguración del Centro Especial de Atención a la Urgencias (CEAU) del Centro de Atención Especializada (CAE) del norte de Tenerife. Así lo confirmaron ayer tanto médicos como enfermeros, además del sindicato mayoritario en el centro hospitalario (Intersindical Canaria), para los que el hecho es si cabe más preocupante si se tiene en cuenta que en agosto tradicionalmente se nota una ligera disminución de la demanda.

"Los médicos ya lo vaticinamos desde que supimos que no habría camas hospitalarias en el CEAU, por que solo con las radiología y las pruebas de laboratorio básicas poco se iba a poder descongestionar el HUC. Es un centro que ahora mismo tiene muy poca capacidad resolutiva. Es decir, se trata prácticamente lo mismo que ya existía en las urgencias del Centro de Salud de Icod, pero en vez de ocho de la mañana a ocho de la noche, durante las 24 horas", detallaba ayer el portavoz del Sindicato Médico (CESM), Levy Cabrera, que confirma que los únicos recursos sanitarios que se han visto beneficiados por esta apertura han sido los ambulatorios más próximos al CAE.

Desde el colectivo de enfermería, José Ramón Plasencia, del Sindicato de Enfermería Satse, ratifica las palabras de Cabrera y explica que "prácticamente nada ha cambiado. Los casos que se trataban en Icod ahora llegan allí y el resto se sigue dividiendo entre Hospiten y el HUC", explica antes de recordar que "en cualquier caso el problema es que las urgencias del Universitario se han quedado pequeñas".

Catalina Darias de IC confirma que "la situación en el HUC es prácticamente igual a la que había antes de la apertura del CEAU y si hay alguna variación ha de ser muy pequeña y aún no se nota".