Las altas ocupaciones de los hoteles canarios registradas en las últimas temporadas son incapaces de reducir de manera "significativa" el paro, pero la actividad, sostiene el documento, es la única con potencial para contribuir a bajarlo. Parte del problema es la madurez del turismo en las Islas, que es otra forma de decir que pierde competitividad. La antigüedad de las infraestructuras y la falta de conservación son la clave.

Capte sugiere a los empresarios turísticos evitar competir solo en función del buen clima o la mala coyuntura de otros destinos -como los africanos- e insiste en la necesidad de adaptar las instalaciones a las nuevas demandas de los mercados.

Para garantizar el resultado, sugiere que los fondos destinados a la rehabilitación turística queden vinculados a incrementar la competitividad y demanda una mayor flexibilidad legislativa y menos burocracia.

Entre las medidas a adoptar para mejorar la competitividad se incluye que la formación debería implicar más horas de prácticas en los establecimientos, tal como ocurre en Alemania o Turquía, según Capte. Además, desaconseja que se suban los precios en Canarias para no alejarse mucho de las tarifas de otros competidores.