La Policía Local de Santa Cruz de Tenerife ha interceptado un vehículo frigorífico en cuyo interior se detectó que transportaba en pésimas condiciones 274 kilogramos de pescado y marisco con destino a varios supermercados de la capital tinerfeña.

Los agentes que intervinieron alertaron de estos hechos a las autoridades sanitarias y levantaron tres actas por infracciones en materia de transporte y reglamento de vehículos, según informa una nota de la Policía Local.

El vehículo fue visto a primera hora de la mañana del martes circulando por la avenida Reyes Católicos, fijándose uno de los policías en que tenía caducada la autorización para el transporte de mercancías perecederas desde el pasado mes de marzo.

Los agentes dieron el alto al conductor y se solicitó que mostrara la carga que transportaba y fue entonces cuando descubrieron en el interior del furgón numerosas cajas de pescado y marisco en pésimo estado, además de presentar, según la Policía,un mal aspecto respecto a las condiciones de higiene y limpieza del vehículo.

A la vista de la situación se recabó la presencia de un técnico del servicio de Sanidad Municipal y de un inspector de la dirección general de Salud Pública.

Los policías verificaron que el termostato del furgón frigorífico no funcionaba, además según manifestó el conductor del transporte a los agentes, desde hacía bastante tiempo.

También comprobaron que buena parte del pescado y marisco estaba en cajas de corcho, sin hielo y descongelado y, según la nota policial, las pésimas condiciones del vehículo mostraban grietas en la cava frigorífica lo que provocaba el vertido de agua a la vía pública.

El furgón realizaba el transporte de esta mercancía a varios supermercados de la capital tinerfeña, y ya con la supervisión de los técnicos sanitarios se decidió inmovilizar cautelarmente toda la mercancía en la que al parecer se había alterado la cadena de frío y se impidió su distribución.

En concreto se retiraron 274 kilos de mercancía compuesta por lomo de atún, perca, almejas, mejillones, sargos, viejas, merluza, chicharros, melva, bacalao, cherne, chocos y calamares.

Por otro lado se revisó el itinerario de reparto de esta mercancía, y se comprobó que una parte ya había sido entregada en cinco supermercados de la capital, por lo que se dio aviso de inmediato a los responsables de distribución y control de calidad de los mismos.

Esta gestión hizo posible que los inspectores sanitarios se desplazaran a cada establecimiento y comprobaran el estado y temperatura de la mercancía entregada.

Todo el pescado y marisco que no reunía las condiciones aptas para el consumo fue retirado a un centro de distribución del sur de Tenerife para que quedara allí inmovilizado hasta que las autoridades sanitarias determinen su futuro.

Los policías locales levantaron las pertinentes actas y dieron traslado de todo ello a las autoridades sanitarias municipales, autonómicas y al Cabildo de Tenerife, por las infracciones en materia de transporte.