Florencio Gutiérrez Morales se bautizó como "el mago de las abejas" por la pasión que siente hacia todo lo relacionado con la apicultura. No por casualidad este herreño que vive en Tenerife lleva más de 30 años dedicado al sector. Incluso llegó a ser el primero de Canarias que pudo vivir exclusivamente de la explotación de las abejas. Durante estos días ha permanecido en La Gomera para impartir cursos sobre la técnicas de producción de miel.

¿Por qué lo llaman el mago de las abejas?

Porque un día bromeando con unos amigos y hablando de magos del campo me dio por decir que entonces yo era el mago de las abejas y a partir de ahí así me he quedado.

Lleva treinta años relacionado con este mundo.

Quizás un poco más. Empecé a los 16 años. Como apicultor profesional soy el primer canario que pudo vivir de las abejas.

¿Qué le parece la polémica sobre la miel de palma?

Creo que las tradiciones son leyes. A mí no me perjudica, ni me ha perjudicado jamás convivir con la miel de palma. El peligro es el fraude tanto en la miel de palma como en la de abeja. Esto se puede hacer alterando la composición, adulterando el producto o vendiendo como miel de palma una sustancia que no es tal. Eso perjudicaría mucho a La Gomera, porque es un producto exclusivo de esta isla. Sobre el escrito de Apiten pidiendo que se retirara la denominación, pertenezco al colectivo y les puedo asegurar que nosotros no tenemos nada que ver con ese escrito.