Canarias supera la media estatal de enfermos renales crónicos, al registrar una tasa anual de 180 pacientes por millón de habitantes, frente a las 125 personas del ámbito nacional. Estos datos fueron expuestos ayer en el acto inaugural de las VIII Jornadas de Prevención de la Enfermedad Renal.

Una de las principales cuestiones que se abordaron en el ciclo fue la importancia de las donaciones de órganos en este tipo de enfermedades. Cabe recordar que en 2013 en los hospitales públicos de Canarias, un total de 140 pacientes fueron intervenidos para trasplantarles algún órganos, de los cuales 101 fueron de riñón, 36 de hígado y 3 de páncreas.

Bajo el lema "Riñones y envejecimiento", durante el ciclo se destacó que la enfermedad renal crónica tiene en España una prevalencia de en torno al 10% de la población, y aumenta con el envejecimiento.

De ahí que la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Brígida Mendoza, incidiera en la necesidad de trabajar en la prevención, para así mitigar los factores de riesgo que puedan llevar a problemas renales, y mejorar el diagnóstico precoz.

Mendoza recordó que "la prevención y el tratamiento de esta patología constituyen uno de los pilares de la actuación sanitaria debido a su prevalencia y su gran repercusión tanto individual como social, desde el punto de vista humano, sanitario y económico. La enfermedad renal crónica suele presentar un inicio asintomático y solo es detectada a través del análisis periódicos o ya en estadios avanzados."

Entre las alternativas presentadas, los expertos destacaron los trasplantes como la medida que más vidas salva. La consejera aseguró que es la mejor opción terapéutica para los pacientes con insuficiencia renal crónica avanzada.

"Proporciona mejores resultados en términos de supervivencia, calidad de vida y relación coste-efectividad que el tratamiento sustitutivo con diálisis a lo largo del tiempo. Canarias impulsa desde 2007 este programa que debe llevarse a cabo con individuos emparentados genéticamente, o bien con personas con las que exista un lazo de afectividad", dijo Brígida Mendoza.