Los padres de Laura A.G., una joven enfermera de Granada que murió en Canarias envenenada por su marido, condenado a 23 años de cárcel, le han deseado que su vida se convierta en "un infierno", han destacado su frialdad y dicen que afrontarán con entereza el recurso presentado por la defensa.

En rueda de prensa en Granada, Antonio y Rosa, los padres de esta joven que falleció tras ser envenenada durante meses por su marido en Canarias, se han mostrado satisfechos por la condena emitida por la Audiencia de Canarias y le han deseado que su vida se convierta "en un infierno".

Los padres de la joven han valorado la sentencia, que condena a Iván R.A., el marido de la enfermera, a 23 años de cárcel por un delito de asesinato con la agravante de parentesco.

"Fue un crimen aberrante, premeditado, frío, violento, planificado minuto a minuto. No tiene redención alguna y es peligroso, muy inteligente, le deseo que su vida se convierta en un infierno", ha apuntado la madre, Rosa Aróstegui, que ha deseado que cumpla la condena íntegra.

Han recalcado que durante quince meses le fue suministrando dosis de veneno en la comida de manera diaria y que permaneció a su lado "para ver su dolor, su sufrimiento, para verla morir", por lo que han dicho que ni le perdonan ni lo harán nunca.

La familia de la enfermera ha adelantado que afrontarán con entereza una posible revisión del juicio tras el recurso que ha presentado la defensa del condenado ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

Han reprochado además la actitud del letrado de la defensa, al que han denunciado, por intentar manipular, dicen, al jurado popular que enjuició la causa.

Según los padres de Laura, el condenado es un "peligro en potencia" y se han mostrado "dispuestos a todo" para que cumpla la pena íntegra tras acabar con la vida de la enfermera.

"Achacaron la muerte a muchas enfermedades raras cuando fue un asesinato con fines económicos y porque mi hija decidió volverse a Granada", ha considerado la madre de la fallecida, que ha anunciado que han denunciado al hospital en el que trabajaban la víctima y el condenado por considerarlo "colaborador necesario".

"No cumplieron la orden de alejamiento y le permitían todo, manipular los informes médicos, acceder al veneno que utilizaba, suministrarle medicamentos cuando estaba de baja", han detallado.

La sentencia de la Sección Sexta de la Audiencia de Las Palmas ha condenado además a Iván R.A. a indemnizar al hijo del matrimonio y a los padres de la fallecida con 100.000 euros a cada uno, y le ha retirado la patria potestad del menor.