Hubo un tiempo en el que todo fue igual, o casi igual. La reunión que los presidentes Mariano Rajoy y Paulino Rivero mantuvieron la pasada semana, con la que el Gobierno del Estado y el de Canarias pretenden retomar unas relaciones quebradas casi desde el inicio de la legislatura, deja cierta sensación de "déjà vu".

Solo hace falta practicar una breve consulta a la hemeroteca para comprobar que la foto a las puertas de La Moncloa es un trámite que se cumple cada cierto tiempo, solo que con distintos actores.

La del pasado miércoles fue la segunda cita del presidente canario con el jefe del Ejecutivo central. Y también la más significativa, por varias razones.

Por un lado, no había cita formal desde mayo de 2012, cuando todavía el diálogo entre el Gobierno central y el autonómico era medianamente fluido. Desde entonces, el enfrentamiento había sido una constante.

Por otro, la reunión se produjo tras la publicación de una encuesta de Coalición Canaria (CC) en la que se pone de manifiesto el rechazo ciudadano al enfrentamiento con el Ejecutivo central. También como consecuencia de las presiones del sector crítico nacionalista que demanda un acercamiento al Gobierno estatal. Hasta aquí todo normal.

Pero, ¿no se repite esta situación? Tres años antes, y con Rivero como protagonista, La Moncloa también fue el escenario de una fotografía similar. A diferencia de la actualidad, el otro integrante de la instantánea no era un dirigente popular, sino un socialista, José Luis Rodríguez Zapatero.

Casualmente, la cita con Zapatero vino precedida por una encendida, copiosa y variada lista de calificativos críticos del socio de Rivero en las Islas, el PP. ¿Se puede entender que el PSOE está actuando ahora en la misma línea con el Gobierno popular?

De aquella reunión del 18 de octubre -nueve meses antes que la que se ha producido ahora- salió un compromiso que cambió el devenir del Gobierno canario. El apoyo de CC a los presupuestos del Estado de 2011 precipitó la salida de los conservadores del Ejecutivo regional. Había elecciones el siguiente año y su posición de fuerza les facilitó el camino.

¿Se repetirá la historia ahora con los socialistas? No parece viable. Su punto de salida en nada tiene que ver con el que en 2010 manejaba al PP, con todas las encuestas a favor, y aún falta mucho tiempo para la próxima cita electoral seria, en 2015. Eso sí, en verano está prevista otra reunión entre los presidentes regional y canario para hablar, casualmente, de los Presupuestos del Estado de 2015. ¿Dependerá de esa cita el futuro del Ejecutivo canario? ¿Se repetirá la historia de 2010? En verano lo sabremos.