La disminución de los recursos económicos y la necesidad de ser "más exigentes" con ellos han ocasionado un ligero descenso de las patentes solicitadas por la Universidad de La Laguna (ULL), que en 2008 consiguió situarse en la media nacional en este aspecto después de años de atraso sobre otros centros universitarios. En 2013 se pidió protección intelectual para desarrollos tecnológicos de la ULL en cinco ocasiones, las mismas que el año anterior y dos menos que en 2011.

No obstante, la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la institución académica tinerfeña se muestra satisfecha con los datos. "Están bastante bien si se tiene en cuenta que los recortes nos están afectando muchísimo", afirma Lorenzo García, técnico de este departamento.

Las estrecheces financieras han aconsejado a la ULL un "cambio de filosofía" en lo que a patentes se refiere. "Debemos distribuir los fondos con mayor delicadeza. Nos la jugamos mucho: si invertimos en algo que luego no va a tener trascendencia estaremos desperdiciando recursos públicos", explica García.

La situación obliga también a buscar otras soluciones. Así, surgen más patentes en colaboración con otras entidades, ya que la escasez de recursos lleva a las alianzas, como la establecida con el CSIC, la Universidad de Zaragoza y centros de investigación aragoneses para crear un plaguicida biológico que incluso se está usando en Latinoamérica.

Asimismo, con el apoyo del Ministerio de Economía y Competitividad se ha lanzado un proyecto que permite fabricar "pruebas de concepto", prototipos que permiten a los posibles inversores conocer y probar el producto y no solo tener referencias de él de una forma teórica.

Este es el método que se ha empleado para captar empresas interesadas en uno de los desarrollos de la ULL, un queso que combina las propiedades del queso industrial con el sabor del elaborado artesanalmente.

Las cinco patentes de 2013 se enmarcan en distintos ámbitos. Dos de ellas se dirigen a mejorar el control de la administración de anestesia, en tanto que otra, también encuadrada en la investigación sanitaria, consiste en un modulador de receptor nicotínico.

Una cuarta solicitud corresponde a un sistema que crea moldes para esculturas con microondas, y la última es una evolución de una cámara en 3D ya patentada que permite obtener imágenes tridimensionales en el móvil.