Muchos consumidores canarios pueden solicitar una reducción de la potencia de su suministro eléctrico con el fin de evitar la subida del 2,3% en la tarifa de la luz anunciada por el Ministerio de Industria, indicó la consejera de Empleo, Industria y Comercio, Francisca Luengo. Mediante la bajada de tramo de la potencia autorizada, un consumidor cuya factura ascienda, por ejemplo, a 80 euros puede reducirla en unos 7 euros, explicó la consejera durante una rueda de prensa.

Esa bajada de tramo puede traducirse en un límite en el consumo que impida, por ejemplo, utilizar varios electrodomésticos de manera simultánea, aunque, en principio, un hogar compuesto por una familia con dos hijos no tendría por qué variar sus costumbres, según la consejera.

El cambio en la potencia autorizada pueden solicitarla los 863.624 abonados en Canarias al Precio Voluntario para pequeños consumidores, antes denominado Tarifa de Último Recurso, que suponen el 68% de los clientes de Endesa y consumen el 34% de la energía total.

Estos clientes cuentan con una tarifa con menos de 10 kilovatios y están directamente afectados por la subasta trimestral y las posibles subidas, indicó la directora general de Industria y Energía del Gobierno de Canarias, María Antonia Moreno.

Además de esos abonados, están los acogidos al Bono Social y al mercado libre, a los que no afecta la subasta eléctrica trimestral. Aunque la reducción de potencia, con el consiguiente ahorro en la factura, ya se podía solicitar anteriormente, la Consejería ha llegado a un acuerdo con la compañía Endesa por la que esta facilitará el cambio a todos los abonados que lo soliciten, dijo Luengo.

La consejera criticó el aumento en la tarifa de la luz fijado por el Ministerio de Industria y pidió al Gobierno que tome medidas para evitarla, más aún en un contexto de crisis económica y desempleo como el actual, pues afecta especialmente a las familias y a las pequeñas y medias empresas.

En su opinión, "no nos podemos acostumbrar a las cifras astronómicas" en el precio de la luz ni tampoco debe ser consuelo que en principio estuviese prevista un aumento mayor. El problema, además, es que el aumento de la tarifa se hace sobre la potencia contratada, por lo que, aunque se adopten medidas de ahorro y de eficacia energética en los hogares, no sirve prácticamente de nada para reducir la factura.