Pasada la Nochebuena, pasada la Navidad, la fiesta se encamina como una flecha hacia el final de año. Y nosotros sin saber nada de cuánto nos costará la luz. Dicen que mañana, viernes, será el gran día y que la cosa no bajará del 8% de aumento. No un 11%, sino un 8%. Consuelo de tontos.

Lo de la luz no es sólo un problema de Soria (que también), sino un problema de toda la vida. Resulta que los anti energía nuclear protestan cuando se va a construir una central (yo el primero), pero resulta también que esta es la energía más barata, junto a la hidráulica y la eólica.

ero da la casualidad que está soplando poco viento en España; y que los ríos no dan para más. Y si los ríos no llevan agua, no hay viento, no hay centrales nucleares y nadie está de acuerdo con nada, pues hay que comprar la energía. O, como en Canarias, generarla a base de combustibles fósiles que es preciso traer en costosos transportes.

Amigos, es lo que hay. No es un problema de Soria (que también) sino histórico. De todos los gobiernos. Lo que no puede ser es que el ciudadano esté pagando la luz al precio que lo está pagando. Carísima. Al precio más alto de Europa, según he leído por ahí. ¿Y está el ciudadano de este país en condiciones, con la que le está cayendo encima, de pagar la luz más cara de la Unión? ues no. Ni de coña.

Este Gobierno de la derecha no puede andar con estos titubeos. Hay ministros que no dan la talla. Hay ministros que gozan fastidiando al pueblo, como ese Montoro, que ha hundido la ilusión de millones de ciudadanos con el impuesto sobre los premios de la lotería. No hay derecho a que el Estado se quede con una parte de lo recaudado, grave los premios con el 20% y encima el ciudadano tribute por el rendimiento del capital. Esto es usura, pura y dura.

En fin, que el año no puede terminar peor. Esperemos que comience mejor que el que termina, porque 2013 ha hecho honor a sus cifras terminales; un auténtico desastre. Un año para olvidar.

Nosotros procuraremos adaptarnos a las buenas noticias porque hasta ahora las malas han sido la tónica general. Ojalá que se produzca el milagro.