El consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial, Domingo Berriel, criticó hoy en el Parlamento el riesgo que suponen las prospecciones petrolíferas para el Turismo, como principal motor de la economía de las Islas.
Según el consejero, el Gobierno de España sigue colocando en un segundo plano los daños económicos y medioambientales que podría causar este tipo de prospecciones en el turismo y el empleo canarios. Además, Berriel señaló que no se ha realizado estimación económica alguna de las pérdidas que supondría para el sector turístico un gran vertido de petróleo, ni sobre cuántos miles de puestos de trabajo se podrían destruir.
Sin embargo, el último estudio de Impacto Económico del Turismo en Canarias, que data del año 2012, señalaba claramente que el sector turístico significaba el 29,6% de nuestro Producto Interior Bruto –más de 12.200 millones de euros- y aglutinaba el 34,7% del empleo en Canarias -esto es, más de 255.000 puestos de trabajo-. El consejero aportó también datos sobre la importancia del sector en su aportación al sector público, con un 9,1% del total de Gasto Público Corriente en Canarias -917 millones de euros- y un 29,4% del total de impuestos recaudados –más de 1.580 millones de euros de recaudación-.
El devenir de la actividad turística encadena 3 años de incremento de sus niveles de actividad y de ganancia en su aportación al conjunto de la economía canaria, gracias principalmente a la recuperación del gasto turístico de los extranjeros en el Archipiélago, aunque no ha recuperado todavía los niveles previos a la crisis.
Este mayor nivel de actividad turística en 2012 se reflejó en una mayor resistencia del empleo vinculado a esa industria, ascendiendo la aportación del turismo a la capacidad de generación de empleo en casi un punto, pasando del 33,7% que suponía en 2011 al 34,7% del año 2012, con lo que se recuperaron los niveles de 2008.
Por tanto, el Estado “no puede poner en duda –continuó Berriel- que el turismo canario se mantiene como uno de los motores del sector turístico español y de la economía de las islas.”
El consejero afirma que las prospecciones petrolíferas ponen en grave riesgo a las islas, porque generan una enorme inseguridad en este sector de nuestra economía y en sus actividades vinculadas y, en consecuencia, ponen en riesgo el modelo económico en el que nos sustentamos, además del evidente peligro para la captación de agua de mar destinada a la potabilización y al suministro para consumo humano, especialmente para el consumo de la población de las islas orientales, como lo es también para los ecosistemas marinos y costeros y para los recursos pesqueros.
Añade Berriel que Canarias quiere optar estratégicamente por las energías renovables, cuyas tecnologías están plenamente desarrolladas y suponen una fuente de generación intensiva de empleo, limitando el expolio de nuestros recursos endógenos y aclara que es falso que las prospecciones vayan a generar riqueza en las islas de Lanzarote, Fuerteventura o Gran Canaria.
También desmiente el consejero que existan numerosos ejemplos de convivencia de actividades de explotación de hidrocarburos en el medio marino con industrias turísticas de marcado carácter local complementario desde un punto de vista económico, pues estas prospecciones podrían causar graves daños tanto al medio ambiente como al turismo.
Por lo cual afirmó que “desde el Gobierno de Canarias se seguirá demandando con toda su fuerza la paralización del desarrollo de las prospecciones previstas de hidrocarburos en las costas canarias”, y que desde el Ministerio de Industria y Energía se apueste por un modelo energético basado en la sostenibilidad medioambiental y en la autosuficiencia, uniendo pautas de ahorro energético y de progreso humano.