La Eurocámara aprobó ayer el nuevo protocolo pesquero entre la Unión Europea (UE) y Marruecos, lo que permitirá el regreso al caladero marroquí de 126 barcos, en su mayoría españoles, después de dos años sin haber podido faenar en esas aguas.

El secretario general de Pesca, Carlos Domínguez, acogió con satisfacción el voto y explicó en un encuentro con la prensa que "para España es un acuerdo fundamental que, sobre todo, beneficiará a las flotas que están más cerca de la costa marroquí: la canaria y la andaluza".

Domínguez indicó que, en el contexto de dificultades económicas actual, la aprobación del acuerdo resultará para los puertos afectados "como un bálsamo, para que la gente pueda encontrar empleo y sacar adelante a sus familias". Además, consideró que respalda una "nueva forma de hacer política pesquera" por parte de los Veintiocho, en relación a los acuerdos con terceros países.

En la misma línea, la eurodiputada Carmen Fraga (PPE), responsable del dictamen votado, subrayó que el nuevo pacto "es una buena solución", que permite remediar "los problemas que había en el anterior".

Fraga señaló que, por primera vez, el protocolo prevé mecanismos "para controlar, además, que los beneficios de este acuerdo puedan también repercutir en el Sahara occidental".

En el extremo opuesto Raúl Romeva, de los Verdes europeos, criticó la votación al considerar que el PE "ha ignorado las demandas del pueblo saharaui". "Además de la flagrante violación de los derechos del Sáhara Occidental, el acuerdo no garantiza la sostenibilidad desde el punto de vista de la pesca y su base económica dudosa. Este acuerdo quedará como una mancha negra en la política exterior y de la pesca de la UE", señaló. Por su parte, el representante del Frente Polisario en Europa, Mohamed Sidati, criticó el voto del PE, ya que el protocolo "no excluye las aguas territoriales saharauis" y reconoció "a los eurodiputados que han dado a conocer su voto de rechazo de este acuerdo inaceptable".

Desde diciembre de 2011

El último convenio entre la UE y Marruecos se quebró en diciembre de 2011 por el veto del PE, que consideró que interfería en los recursos de la población saharaui. La interrupción del acuerdo obligó a abandonar en el caladero marroquí a unos 70 barcos españoles.

Más toneladas

El protocolo incrementa las posibilidades de pesca en un 33%, fundamentalmente por el aumento de la pesca pelágica industrial. En cuanto al embarque de marineros, la novedad es la obligatoriedad de elegir entre una lista cerrada propuesta por Marruecos, compuesta por titulados de las escuelas de formación marítima.