El Cuerpo Nacional de Policía llevaba ya tres años tras el velero que los GEO han asaltado en el Atlántico cuando transportaba hacia la península 550 kilos de cocaína, en una operación que ha resultado tan larga y laborioso, que sus propios responsables la han bautizado como "Martirium".

El patrullero de la Armada "Rayo" ha descargado hoy en el Arsenal militar de Las Palmas el alijo de cocaína intervenido por los GEO el pasado día 29 a 500 millas náuticas de Canarias (926 kilómetros), en un golpe al tráfico de drogas que se ha saldado con la detención de los dos tripulares del velero "Tritón 2000", ambos franceses, y de un ciudadano español en Marbella (Málaga).

Esta intervención eleva ya a 3.500 kilos la cocaína aprehendida por la Policía y el Servicio de Vigilancia Aduanera en lo que va de año en el Atlántico, en el área de influencia de Canarias: 2.000 kilos en marzo a un pesquero en la operación "Peñajara", 500 kilos a un velero en julio en la operación "Lagaren" y 486 kilos a otro pesquero en septiembre, en la operación "Hojalata".

En este caso, se trata de una investigación que se inició en 2010 en un juzgado de Denia (Alicante) y que destapó la existencia de una organización hispanofrancesa que introducía cocaína en Portugal y España utilizando un yate de vela, el ahora intervenido.

"Detrás este barco en concreto llevábamos más tres años. Le hemos seguido por puertos de Europa y por distintos puertos de Suramérica, le hemos seguido aquí (en Canarias), hasta que hemos llegado a la conclusión de que estaba cargando la mercancía y hemos actuado", relatado hoy el comisario Francisco Migueláñez, jefe de la Brigada Central de Estupefacientes del Cuerpo Nacional de Policía.

El "Tritón 2000" ha prestado su último servicio a las mafias del narcotráfico en un viaje que partió en noviembre desde el sur de Gran Canaria, desde la localidad turística de Puerto Rico, y que le dirigió hacia un punto del Atlántico donde cargó la cocaína.

La Policía considera que la hipótesis más factible es que embarcara la droga de un buque nodriza en alta mar, no en tierra, y que el destino de la cocaína fuera la península.

Los investigadores también creen que la forma en la que venía oculta la droga, formando una segunda capa que casi recubría toda la superficie interior del yate, acredita que este velero llevaba ya tiempo preparado para trasladar cocaína de Suramérica a Europa.

Los GEO lo abordaron de noche, mientras uno de sus tripulantes dormía. El otro, que llevaba el timón, activó un dispositivo para incendiar el barco, pero los agentes lograron controlarlo a tiempo.

La Brigada Central de Estupefacientes no se atreve a extraer conclusiones sobre si las repetidas operaciones en el Atlántico indican o no una reactivación de la llamada "ruta africana".

"Todos tenemos información sobre la existencia de la ruta africana y sobre la entrada de cocaína en África, pero, que yo sepa, ni Policía española y la europea todavía han cogido grandes cantidades de droga en África. Eso está todavía por acreditar objetivamente", ha señalado hoy su comisario jefe.

La delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, ha felicitado al Cuerpo Nacional de Policía por este nuevo golpe al narcotráfico y ha resaltado el papel que en esta ocasión ha desempeñado la Armada, que trasladó a los GEO al punto de asalto.