El consejero de Obras Públicas, Transportes y Política Territorial, Domingo Berriel, dijo ayer que el problema de seguridad más grande que se puede derivar de las prospecciones petrolíferas es el riesgo de contaminación, y este "parece no preocupar en absoluto a ningún ministro, ni canario ni peninsular".

Berriel hizo esta afirmación en declaraciones a los periodistas en los pasillos del Parlamento de Canarias en alusión a la consideración del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, quien aseguró en Tenerife que la posible extracción de crudo en aguas cercanas a Canarias no ocasionará ningún problema de seguridad entre España y Marruecos.

Berriel sostuvo que para Canarias "el gran riesgo" es el derivado de la posible contaminación, "y luego hay otros que ellos sabrán resolver, porque es su responsabilidad".

Pero para el Gobierno canario también es su responsabilidad la correspondiente a la seguridad ambiental de las islas. Por ello, y dado que el Ejecutivo central no lo hace, "nos oponemos radicalmente" a las prospecciones, reiteró.

El mensaje sobre este asunto del Gobierno regional no ha variado: el petróleo sólo trae riesgos y ningún beneficio y todos los canarios tienen que tener esto claro, el beneficio se lo llevará Repsol únicamente, agregó.