El mes pasado, la Encuesta de Población Activa (EPA) que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) estimó que el paro alcanzó una tasa del 34,3% en Canarias -lo que se tradujo en 385.600 personas- para el primer trimestre del año. En cambio, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social anunció ayer que los desempleados registrados en el Archipiélago en abril fueron 295.824 -89.776 personas menos- lo que supone casi la cuarta parte del dato de la EPA-. La diferencia se explica, en buena parte, en que ambos tienen una definición distinta de quién está desempleado.

Por una parte, el paro registrado incluye a los desocupados que están inscritos en las oficinas públicas de empleo, que son los que demandan un puesto de trabajo, pero dentro de ese colectivo hay excepciones.

Se trata de los trabajadores ocupados -los que solicitan un empleo para compatibilizarlo con el actual o cambiarlo- y los trabajadores sin disponibilidad inmediata -incluye, entre otros, los jubilados, los pensionistas de invalidez, los trabajadores en situación de incapacidad o baja, los estudiantes menores de 25 años de enseñanza oficial reglada demandantes de primer empleo y los alumnos de formación profesional ocupacional-.

También quedan fuera quienes demandan empleo con jornadas reducidas, los eventuales agrarios que reciben el subsidio por desempleo y los demandantes que rechazan la inserción laboral o que tienen suspendida la demanda-.

La EPA, que es una encuesta trimestral a personas en edad de trabajar incluye a todo el que no tenga empleo en la semana anterior al sondeo, busque trabajo en las cuatro semanas anteriores a la entrevista y esté disponible para trabajar.