"Tarde, improvisos e insuficientes". Así calificó ayer el Partido Popular los cambios en la estructura del Ejecutivo canario, aprobados por el Consejo de Gobierno el jueves a instancias del presidente, Paulino Rivero.

Asier Antona, presidente del grupo parlamentario popular y secretario general de los conservadores canarios, dijo que llegan tarde porque en 2010 el entonces vicepresidente regional, José Manuel Soria (PP), presentó un plan de ajuste que fue calificado como una ocurrencia por Rivero. "Si CC hubiera adoptado aquel plan la realidad de Canarias sería diferente".

Agregó que son improvisados porque no se ha hecho un análisis "serio y riguroso", sino que, a su juicio, se han realizado en base "a componendas políticas de equilibrio interno que nada tiene que ver con la eficiencia del gobierno".

Además, estimó que son insuficientes, porque la realidad es que el Gobierno mantiene las ocho consejerías y media y no toca ninguna, cuando el PP defiende reducirlas hasta seis.

Precisó que realmente se reducen tres viceconsejerías, ya que una de las cuatro que se suprimen estaba vacante y en total se mantienen dieciocho, mientras que una de las cinco direcciones generales que desaparece también estaba vacante y se mantienen 41.

A su juicio, la reducción anunciada es una "clara operación de maquillaje político que obedece a problemas internos".

En esta línea, Román Rodríguez, presidente de Nueva Canarias (NC), dijo que la reducción está "bien por el carácter simbólico", pero detalló que es "poco relevante" al procurar un ahorro de 1,1 millones de euros de un presupuesto de 6.300 millones de euros.

En esta línea, Carmelo Jorge, de CCOO, lamentó que se vendan "cortinas de humo" con la reestructuración del Ejecutivo, y reiteró que la situación "no va a cambiar" hasta que no se cambien las políticas económicas. "Está bien para salir en los periódicos", subrayó.

Por contra, Benito Codina, portavoz del CCN, consideró que todo lo que sea reducir el peso de lo público para buscar más eficiencia y menor gasto "es bueno", aunque reconoció que en el caso del sector público empresarial "caben más recortes".