El mayor Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de España, el que, en el peor de los escenarios afectará a 6.000 empleados del grupo Bankia, centrado mayoritariamente en la banca, tiene toda la pinta de incidir de manera muy negativa en los 300 empleados que este conglomerado tiene en la provincia tinerfeña, donde mantiene abiertas unas 30 oficinas de su negocio financiero.

A pesar de que este riesgo existe, fuentes autorizadas de la empresa insistieron en que, pase lo que pase, seguirá en Tenerife.

Bruselas, que ha prestado a España el dinero de la famosa "intervención" de esta entidad, ha puesto un conjunto de severas condiciones, entre las que figura como una losa sobre la cabeza de los trabajadores canarios la exigencia de desinvertir en negocios y en los territorios que no son los de origen de las entidades que componen Bankia.

Y es aquí donde se encuentra el principal de los problemas de los trabajadores de la provincia tinerfeña: de las tres cajas de ahorro con presencia en Canarias de las que formaron Bankia, ninguna tiene origen en esta provincia.

De ellas -Bancaja, Caja Madrid y Caja Insular de Ahorros de Canarias-, la última es la que estaba vinculada a las Islas, pero muy especialmente a la provincia de Las Palmas y menos a la occidental.

Por eso, si como ámbito territorial se impusiera el provincial al autonómico, el primero el más tradicional de las cajas de ahorro, serían las islas occidentales las que llevarían las de perder frente a las 120 oficinas de Las Palmas, en las que desarrollan su trabajo en torno a 750 empleados.

Esto podría ser así o no. Todo dependerá del criterio que defienda Bankia y de si ese criterio es aceptado por las autoridades europeas, que, al fin y al cabo, son las que han prestado el dinero.

Los representantes de los trabajadores intentan sacar el balón del campo de fútbol de Canarias en este partido. Es decir, que se considere que la Caja Insular tenía un ámbito autonómico y no provincial y que, por tanto, los despidos afecten lo menos posible a ninguna de las dos provincias.

Admiten que, de lo contrario, serían los empleados de la provincia tinerfeña los que saldrían perdiendo. "Defendemos como ámbito de actuación la comunidad autónoma. Si no, es evidente que la repercusión para ellos sería muy grande", explicó el secretario general de Comisiones Obreras para Bankia Canarias, Pedro Sánchez, quien dijo que, además, "la propia empresa no ha dicho en ningún momento que Santa Cruz no sea zona de origen" de las cajas de Bankia.

A su juicio, esto pondría en un brete a entidades como Caja Madrid, que tendría que prescindir de todo negocio fuera de su provincia de origen a pesar de las enormes inversiones que realizó como entidad financiera de ámbito nacional.

"No somos sólo nosotros. A Bankia tampoco le interesa el criterio provincial porque tendría que abandonar negocios rentables en Andalucía, por ejemplo, o todo aquello que era de Caja Madrid y no estaba en Madrid", añadió esperanzado.