UN JUEZ que ataca a los políticos y un político que llama al juez pijo ácrata. Bueno, esto está desarmado. Se ha perdido hasta el respeto institucional, por ambas partes, así que a la quiebra económica del país hay que unir la quiebra de las buenas maneras, con lo cual el conejo me riscó la perra. Expresión esta que no entenderán ni el juez, Santiago Pedraz, ni el político, Rafael Hernando. Han nacido en lugares donde estas frases del animalario no suenan.

Se está produciendo el desbarajuste nacional, que tendrá un hermoso ribete el 14 de noviembre, fecha en la que los sindicatos le montarán a Rajoy otra huelga general. ¿Saben lo que yo haría? Les retiraría las subvenciones millonarias, religiosamente abonadas con nuestros impuestos. Que vivan con las cuotas de sus afiliados, como en cualquier país serio. De esta forma no tendrían fuerzas para organizar una huelga general miserable, en medio de la ruina que dejaron los que ellos protegían: los impresentables políticos socialistas, con Zapatero a la cabeza.

Por lo menos estos que están ahora son torpes, pero dan la cara. Pero Rajoy y su Gobierno yo creo que no pueden con este país, que los otros dejaron en la más espantosa ruina. Llegaremos a diciembre con el 35% de parados en Canarias, una cifra que traerá consigo la zozobra a miles y miles de ciudadanos y de familias, que ya no saben cómo salir del atolladero. ¿Asaltando supermercados, quizá, como el impresentable de Gordillo, alcalde de Marinaleda?

España se queda atrás y Canarias no digamos. Hasta Romney, el candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, se ha referido a España como un mal ejemplo a seguir. Él, probablemente, no sabe dónde está España, pero la ha puesto como ejemplo, siguiendo esa tendencia actual. España está tan de moda en los Estados Unidos que Rajoy alteró la bolsa de Wall Street, el otro día, cuando dijo que, por el momento, España no iba a ser rescatada.

Tenemos ahora más influencia en el mundo que en los tiempos del bueno de "Ánsar", el amigo de Bush, mandatario USA más bruto todavía que Romney. Los republicanos actúan a nivel de primarias (de enseñanza, no de elecciones).

Bueno, pues las cosas están así, queridos lectores. No podemos pintarlas mejor porque traicionaríamos su confianza, pero sí podríamos recomendar a ustedes que se las tomaran con cierto humor. Como el de aquel empresario británico al que le comunicaron el viernes que estaba arruinado. "Qué preocupado me voy a poner el lunes", respondió. Pues eso.