El reactor privado interceptado el domingo por la Policía en el aeropuerto de Gran Canaria transportaba más de una tonelada de cocaína camuflada como ayuda humanitaria.

La aeronave, con matrícula 9H-FED, de Malta, fue inspeccionada el pasado lunes bajo supervisión del Juzgado Número Dos de Telde en un registro en el que se hallaron fardos de cocaína envueltos en embalajes con los emblemas de una organización humanitaria internacional.

Sus tres tripulares, cuyas identidades y nacionalidades no se han hecho públicas, fueron detenidos por un delito de tráfico de drogas.

La fuentes consultadas por Efe no pudieron precisar el peso del alijo intervenido, pero sí insistieron en que supera los 1.000 kilos, una cantidad que duplica con creces los 400 kilos de cocaína aprehendidos en abril en La Graciosa, en una de las operaciones contra el narcotráfico más importantes de los últimos años en Canarias.

La Jefatura Superior de Policía en el Archipiélago rehusó ofrecer dato alguno sobre esta operación.

El seguimiento a la aeronave se puso en marcha en la madrugada del sábado al domingo, cuando el Gobierno venezolano advirtió a la Interpol de que un reactor había partido sin autorización del aeropuerto Arturo Michelena, en Valencia (centro del país).

Según informó anoche el ministro de Interior de Venezuela, Tareck el Aissami, las autoridades de ese país ya pusieron a disposición del Ministerio Público a 28 personas por su presunta implicación en este incidente.

El reactor bloqueado en Gran Canaria aterrizó en Venezuela el sábado por la noche proveniente de Trinidad y Tobago, aunque su plan de vuelo mostraba que venía de Granada, y saldría al día siguiente hacia Brasil.

Según el Gobierno venezolano, durante su escala en el aeródromo Arturo Michelena descendió de la aeronave una mujer de nacionalidad australiana, pero permanecieron en él dos pilotos de nacionalidad alemana y una tripulante austríaca, que despegaron con el avión a las 02:26, hora local (6:56 GMT) del domingo, con el aeropuerto cerrado, sin autorización y sin luces de balizamiento en la pista.

Una vez comprobado que la aeronave se dirigía hacia el este, las autoridades venezolanas avisaron a Interpol y a los representantes policiales en el país de varios países europeos, incluida España, por el "secuestro y presunto robo de la aeronave".

Las fuentes judiciales consultadas ayer por Efe aclararon que, de momento, a los tres tripulantes detenidos en el aeropuerto de Gran Canaria solo les imputa un delito contra la salud pública (tráfico de drogas), ya que de momento no se tienen pruebas para atribuirles otros cargos.