Comisiones Obreras se ha dirigido a la consejera de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de Canarias, Margarita Ramos, para solicitarle la convocatoria urgente de la Mesa del Tabaco para que se produzca un pronunciamiento expreso respecto a la revisión de la Directiva de Productos del Tabaco 2001/37/CE, que en caso de llevarse a cabo puede poner en peligro más de 3.000 puestos de trabajo que dependen de este sector en el archipiélago.

Una de las medidas que plantea esta Directiva es la prohibición de ingredientes en los cigarrillos, que está basada en "un criterio claramente subjetivo y de aparente atractividad", según el sindicato.

El secretario general de la Federación Agroalimentaria de CCOO-Canarias, Juan Plasencia, ha explicado en una nota que esta iniciativa "supondría la exclusión del tipo de cigarrillos más consumido a nivel mundial --el American Blend-- sin ninguna base o evidencia científica, sino en función de criterios subjetivos y que claramente suponen restricciones unilaterales y barreras al comercio internacional".

Juan Plasencia comparte la necesidad de que los productos del tabaco estén "estrictamente" regulados; sin embargo, entiende que cualquier iniciativa regulatoria al respecto debe estar sustentada en "una evidencia científica sólida". En este caso, considera que se trata de una medida "claramente desproporcionada" que ocasionaría en Canarias "la destrucción de toda la industria relacionada con el tabaco".

La Directiva también plantea la adopción de un paquete genérico, el uso de advertencias sanitarias de tamaño excesivo en el empaquetado y la prohibición de exhibir el producto en el punto de venta. "Estas medidas se presentan sin el respaldo de pruebas que demuestren que se reduciría el consumo o que se lograrían otros objetivos de salud pública", indicó el representante sindical.

En este sentido, desde CCOO-Canarias se considera fundamental tener en cuenta que el empaquetado genérico favorecería una competencia en precios que generaría productos del tabaco más baratos y, además, estimularía el comercio ilícito al hacer más fácil y barato para los falsificadores copiar el empaquetado estandarizado.

Además, advierte de que esto conllevaría la destrucción de más puestos de trabajo indirecto, desde empresas litográficas, explotadores de máquinas expendedoras, hasta empresas encargadas de publicidad, muebles, azafatas, entre otros. De hecho, los puestos de empleo indirecto en este sector ocupan a más de 2.000 personas en el archipiélago, detalló Plasencia.

Según Comisiones Obreras, estas medidas buscan hacer de las distintas marcas de cigarrillos un producto indiferenciado para los que la única forma de competencia es vía precio. "En este escenario, las consecuencias en Canarias serían nefastas para un sector que siempre se ha considerado estratégico dentro del desarrollo industrial canario", apostilló.

En consecuencia, el sindicato entiende que es necesario hacer llegar estas consideraciones a la Comisión Europea y a la Comisión Interministerial Española coordinada por la Secretaría de Estado para la UE, para que sean tenidos en cuenta los reparos del sector durante el proceso de revisión de la Directiva 2001/37/CE.