Un estudio de la ONG Seo/BirdLife, efectuado por encargo de la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura, advierte de que las prospecciones petrolíferas autorizadas en aguas próximas a Canarias pone en serio peligro la conservación de su avifauna.

Según el estudio, la zona donde se preven efectuar los sondeos afectará a dos de las once áreas identificadas por la organización conservacionista como importantes para la conservación de las aves marinas, Los islotes de Lanzarote y el Estrecho de la Bocaina, señala en un comunicado hecho público hoy.

Así, expone que la zona de Los Islotes de Lanzarote alberga la mayor población reproductora del territorio nacional de pardela cenicienta (más de 10.000 parejas), las únicas colonias españolas de paíño pechialbo y buenas poblaciones de otras especies amenazadas.

La otra zona, el Estrecho de la Bocaina, que engloba las aguas entre Lanzarote y Fuerteventura y las del islote de Lobos, acoge el paso varias veces al año de los ejemplares reproductores de pardela cenicienta de las islas Salvaje de Portugal, que concentran la mayor colonia del Atlántico con más de 30.000 ejemplares, durante sus viajes de alimentación hacia la plataforma costera del noroeste de África.

Además, BirdLife tiene constancia de que ejemplares reproductores de petrel de Bulwer del islote de Alegranza utilizan las aguas donde se prevén efectuar los sondeos para alimentarse durante el periodo reproductor, indica la nota.

BirdLife también destaca que el corredor marino entre las islas de Lanzarote y Fuerteventura, y el existente entre éstas y la costa africana, son utilizados intensamente por numerosas especies europeas durante sus migraciones, entre ellas la gaviota de Audouin, que está amenazada.

El desarrollo de las actividades petrolíferas previstas, así como la instalación y funcionamiento de grandes infraestructuras en el mar, como plataformas y barcos de apoyo, sería negativo para las aves, advierte la organización.

Para BirdLife, la iluminación de estas instalaciones perjudicaría a determinadas aves por encontrarse en plena ruta de vuelo hacia zonas de alimentación en la plataforma continental africana, y los vertidos de sustancias tóxicas también afectarían de forma negativa a estas especies, pese a los esfuerzos que se tengan para que el impacto sea el menor posible.

Según la ONG, el riesgo de catástrofe existe y sus consecuencias pueden ser "muy graves", afectando también al sector turístico, por lo que entiende que no se pueden aceptar riesgos en el territorio elegido para los sondeos por su "fragilidad".