"Retamos a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias a que publique los datos de personas fallecidas a la espera de ser diagnosticados o intervenidos quirúrgicamente por la sanidad pública". Con este desafío, los dirigentes de Intersindical Canaria en el ámbito sanitario pusieron ayer en entredicho los datos hechos públicos el pasado mes de abril por la propia Consejería sobre lista de espera, calificándolos de "falsos".

"Tanto la lista por especialidades como la quirúrgica han crecido, hasta el punto de que en diciembre del año pasado la lista de espera para una consulta era la misma que en 2003. En cualquier caso, las cifras oficiales serán esas, pero las oficiosas son otras, porque la realidad es mucho peor. Los datos se maquillan con fórmulas como el cierre de agendas al llegarse a una determinada fecha y se deja de contar a multitud de personas que sí que están esperando para ser atendidas en la sanidad pública", denunció ayer públicamente la portavoz de IC en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria, Patricia Hernández Valencia, que incluso hizo la estimación de que "hay más de 35.000 pacientes en Canarias pendientes de ser atendidos por la sanidad pública".

Hernández Valencia recordó que "al problema de la lista de espera hay que añadir la reducción del personal habida en los últimos meses y que el personal está sobrecargado, así como la reducción de derechos consolidados y una drástica reducción salarial".

"Asistimos al desguace de la sanidad pública de las Islas, al mismo tiempo que se acosa a los profesionales que son críticos con las intenciones y el modo de actuar de este Gobierno", coincidieron en decir tanto Catalina Darias como Jaime Bethencourt, ambos representantes de IC en el Hospital Universitario de Canarias.

En este mismo sentido, el doctor Carlos García, también del HUC, apostilló las intervenciones de sus compañeros asegurando que "las consignas que están dando las gerencias y los directivos de los centros sanitarios, a instancias de la Consejería de Sanidad, son que no se apunte a más gente en la lista de espera, que los médicos no pidan tantas pruebas diagnósticas e incluso que no se opere tanto". "Esto ha sucedido hace una semana y cabe pensar si no se está favoreciendo a la sanidad privada con ello, porque el que tenga dinero podrá hacerse las pruebas y los tratamientos de todo lo que necesite, pero, ¿y los que no?", sentenció García.

Ante este panorama, Intersindical anuncia "un incremento de las medidas de presión".

"Seguiremos con las concentraciones, apoyamos la manifestación que partirá de la plaza Weyler el próximo día 23 de mayo a las 19:00 horas, pero llevaremos a cabo más medidas de mayor intensidad", admitió Catalina Darias, que no descartó la posibilidad de una huelga "siempre que se haga para ganarla".

Respecto al cierre de camas durante el verano, Jaime Bethencourt afirmó que "la Consejería no dirá exactamente lo que tiene pensado hacer hasta 24 horas antes, pero no nos valdrá que diga que es porque en verano baja la demanda asistencial, porque eso es perverso. No se cierran camas porque baje el número de intervenciones, lo que sucede es que limitan los quirófanos, entonces no hay intervenciones y no hacen falta las camas, pero los pacientes están ahí. Esperando a ser atendidos".