Los profesionales de la traducción por teléfono reivindican que para establecer contratos y adjudicar concursos las administraciones públicas reconozcan la importancia que tienen la formación y la calidad de la actuación, dijo Dora Murgu, que trabaja en una empresa que ofrece este servicio.

La interpretación telefónica nació a mediados del siglo pasado en Australia, donde es un servicio público, explicó Dora Murgu, quien añadió que este colectivo también reivindica que se reconozcan unos estándares de la profesión, de manera que cada trabajo tenga una retribución mínima, con independencia de que dure poco tiempo.

Dora Murgu, que ofreció en Tenerife un curso del título de Experto Universitario en Traducción e Interpretación para los Servicios Comunitarios que ofrece la Universidad de La Laguna, indicó que su empresa, Interpret Solutions, da cursos de 120 horas para formar a profesionales, con evaluación de personal externo.

La interpretación por teléfono tiene grandes diferencias respecto a la que se hace en persona, pues en la primera se pierde mucha información.

Dora Murgu explicó que cuando se habla por teléfono todo se percibe más rápido y hay una necesidad de rellenar silencios que resultan muy incómodos, y añadió que es preciso manejar muy bien los turnos de palabra, pues a diferencia que en la interpretación presencial no se puede pedir a alguien que pare para poder traducir.

Así, señaló Dora Murgu, para realizar interpretación telefónica se necesita disponer de destrezas que permitan sortear las distorsiones que se producen, algo que se consigue con formación para gestionar las situaciones.

Dora Murgu comentó que la interpretación mejora mucho con la práctica.

La interpretación telefónica se utiliza sobre todo en servicios sanitarios, educativos, sociales y policiales, y para llevarla a cabo se precisa que el usuario o persona que habla otro idioma y el profesional que le atiende estén en el mismo lugar y hablen por un teléfono que dispone de dos auriculares.

Al otro lado de la línea telefónica una persona traduce e interpreta lo que hablan usuario y profesional, pero también es posible que las tres personas estén en lugares diferentes, como ocurre con los servicios del 112, aunque lo más habitual es el primer caso.

Este servicio de traducción telefónica está muy extendido en EE.UU. y Reino Unido, aseguró Dora Murgu, quien añadió que se utiliza sobre todo para la primera atención a personas que no conocen el idioma.

La empresa en la que trabaja Dora Murgu ofrece servicio de traducción e interpretación en 56 idiomas y dialectos durante las veinticuatro horas del día, y tiene acuerdos con empresas de los Estados Unidos de América del Norte para otros 200 idiomas y dialectos.

El servicio telefónico tiene ventajas para quienes interpretan como que pueden estar donde quieran y no tienen la obligación de atender un mínimo de llamadas, por lo que las condiciones de trabajo son muy flexibles, dijo Dora Murgu.

Manifestó que se trata de un servicio que comienza a reconocerse en España, donde lo prestan tres empresas.