"La situación de los servicios del Hospital Universitario de Canarias (HUC) y del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria (HUNSC) ha venido marcada en las últimas semanas por una epidemia de gripe, en primer lugar, y, superado este episodio, por la calima persistente que deriva en la reagudización y complicaciones en personas con patología crónica respiratoria". Con estas palabras la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias justifica la situación de "colapso, sobrecarga y saturación" de las urgencias hospitalarias denunciada públicamente por los sindicatos en estos días, fundamentalmente en el HUNSC, ya que en el HUC la situación "está más calmada".

"El número de urgencias atendidas en el HUNSC es similar al de años anteriores, solo que se ha duplicado el número de ingresos hospitalarios por la calima, correspondiendo el 47% de los mismos a patologías respiratorias", detallaron ayer desde la Consejería, antes de insistir en que "el miércoles 21 de marzo las urgencias del HUNSC atendieron 250 pacientes y se hospitalizaron 67".

Estos datos chocan con los que barajan los representantes de los trabajadores del HUNSC, que afirman que a las ocho de la mañana de ayer había 45 pacientes a la espera de ser ingresados tras haber pasado toda la noche en urgencias por la falta de camas libres.

"Hoy (por ayer) eran 45 los pacientes que esperaban por una cama, pero ayer (miércoles) fueron 65 y el martes 60", insistía la portavoz de Intersindical Canaria (IC), Patricia Hernández, antes de asegurar que no es una situación puntual. "Unos días mejor, otros días peor, pero siempre hay pacientes en los pasillos y se habilitan salas para esconder la masificación, sin contar a los que está en la UCE, porque a todos los efectos es como si estuvieran en el Hospital del Tórax, pero están en un pasillo".

De forma similar se manifestó el representante de UGT, Servando Díaz, al manifestar: "Que a las 8:00 de la mañana del jueves ya hubiera pendientes de cama 45 pacientes es una barbaridad, porque en cualquier otro día lo normal es que no pasen de 20".

A su juicio, esta circunstancia "es reflejo directo de los recortes, puesto que no se está derivando a la privada a casi ningún paciente y se está tirando de ampliaciones que no son tales, pero esto va a estallar en algún momento porque los trabajadores tampoco lo resisten mucho más".

Desde el sindicato de enfermería Satse insisten en la idea de que la sobrecarga del servicio de urgencias es cada vez más frecuente y se está haciendo crónica.

"Ya es normal que un paciente esté horas y más horas en un pasillo, pero es que la puerta de urgencias está abierta las 24 horas y hay que atender a todo el que entre por ella. Los trabajadores hacen lo que pueden, pero hay veces que las condiciones son extremas y ya no pueden más, porque también reciben todas las quejas de los pacientes", detalla su portavoz, Ramona Mendoza.

No obstante, desde Sanidad aseguraron ayer que "cuando se produce un aumento de la demanda asistencial, los hospitales ponen en marcha diferentes medidas organizativas, siendo la prioridad garantizar la atención del paciente. Por lo tanto, el número de profesionales que habitualmente trabaja en urgencias se incrementa en la medida de las necesidades".

Por último, la Consejería desmiente a los sindicatos, asegurando que "no es cierto que las ambulancias hayan permanecido por fuera de La Candelaria por falta de camillas. Lo que sí sucede es que si en un plazo de 15 minutos llegan varias ambulancias a la vez, la recepción de pacientes debe efectuarse de manera escalonada".

UGT e IC afirmaron que la falta de camillas impedía a las ambulancias continuar el servicio, ya que el hospital tardaba horas en devolverles las que habían utilizado en el traslado del paciente.