El mandatario regional, Paulino Rivero, se enfrenta mañana a su primer balance de gestión de esta legislatura -el quinto como presidente- con los socios cambiados. El que fue en la legislatura pasada (PP) es ahora oposición, y la oposición de antes (PSC) es ahora su socio. El Debate de la Nacionalidad de 2012 promete, en consecuencia, ser un "remake" de viajas citas que se volverán contra sus autores y dejarán en evidencia las inconsistencias de unos y otros en una maratónica sesión de dos días en la que la actualidad irrumpirá a través de las prospecciones, las ayudas a las renovables, las subvenciones a las tasas aeroportuarias y la subida de impuestos.

Si por un lado Rivero tachó en febrero del año pasado a los socialistas de "osados" por atreverse a "dar lecciones de economía y empleo" al Gobierno regional, que en 2011 exigían explicaciones por los malos datos del paro y del desenvolvimiento de la economía, por otro lado ahora el mandatario canario tiene de socio al mismo partido que entonces le parecía que "no está para pedir explicaciones, sino para darlas por el desastre económico, fruto de su miopía, y que nos ha llevado a los cinco millones de parados", en alusión al Ejecutivo que presidía entonces José Luis Rodríguez Zapatero.

Quizás por ello, Rivero tuvo cuidado de negociar con el PSC al pactar el actual Gobierno que la gestión del área de empleo correspondiera a los socialistas, que tanto criticaron sus políticas en esta área durante la pasada legislatura.

El secretario general del PSC, José Miguel Pérez, que entonces no era diputado regional ni vicepresidente autonómico, lamentó que el discurso de Rivero había sido el del "ocaso" y que le había "sobrado tiempo y le faltaron ganas de trabajar por Canarias".

Su ahora socio político aseguró entonces que el discurso de Rivero había sido el de una forma de entender Canarias "que debe ser totalmente diferente y nos deje de situar en el fondo de las cosas".

Es difícil pensar que este año el líder socialista emplee un tono crítico -de cualquier intensidad- con el jefe del Ejecutivo del que forma parte.

Consciente de las posibilidades que abría un año -2011- marcado por las elecciones -las locales en mayo y las generales en noviembre-, Rivero aprovechó en su balance del año pasado para restregarle a José Manuel Soria que él no aspiraba a ser ministro -ya entonces eran conocidas las intenciones de Soria que, si bien nunca admitió, el tiempo confirmó con la cartera de Industria, Energía y Turismo-, antes de criticar que el también líder del PP canario tiene "dos almas", mientras el mandatario regional presumió de deberse solo a Canarias.

Quien defienda en esta ocasión la posición del PP probablemente recordará que Soria "felicitó" en el último Debate de la Nacionalidad a Rivero por no haber subido los impuestos. Soria expresó que hubiera sido un "error" aumentar el IGIC antes de abogar por evitar subir la presión fiscal con el argumento de que el dinero que las empresas no pagan al fisco lo emplearían en crear puestos de trabajo. Los populares tendrán difícil, en todo caso, defender ese postulado visto que lo primero que hizo el Gobierno del Estado tras constituirse fue, justamente, subir los impuestos, en contra de lo que proclamaba el partido de Soria antes de las elecciones generales.

¿Qué expectativas tienen los grupos parlamentarios esta vez del discurso de Rivero? Varían según los partidos que, además, se preparan para sus respectivos congresos (PP en mayo, CC en junio y el PSC, probablemente, después del verano), por lo que todos tienen necesidad de reivindicar el liderazgo de sus cúpulas marcando distancia con sus adversarios -y disidentes internos-.

PP.- El líder de los populares palmeros y diputado por esa Isla, Asier Antona, espera que el presidente anuncie un cambio de rumbo y que no dibuje más una Canarias "en blanco y negro, sino de futuro". Pide que el presidente se sume a las reforma que lidera el Gobierno de España y que deje el enfrentamiento con el Ejecutivo central. Además, confía en que explique las medidas que tomará para que las Islas dejen de ser la autonomía con la mayor tasa de paro, mejorar la economía y la educación.

PSC.- El portavoz del PSC, Manuel Fajardo, confía en que Rivero confirme que pese a los recortes presupuestarios del Estado se mantendrán los tres ejes principales de los servicios públicos -Sanidad, Educación y políticas sociales- a prestar por la Comunidad Autónoma. "Me gustaría escucharle, con independencia de su repercusión sobre las cuentas, el compromiso firme e ineludible de la autonomía de mantener los pilares básicos del bienestar para los canarios".

NC.- Al líder de Nueva Canarias, Román Rodríguez, le gustaría que Rivero admita en su intervención que Canarias está "peor" que hace un año en empleo, riqueza, servicios públicos, relaciones con Madrid y en materia presupuestaria.

"Estamos en una encrucijada y lo primero para superarla es reconocer los problemas que hay", afirma. "Pero hasta ahora ha habido en sus discursos anteriores mucha autocomplacencia sobre la situación del Archipiélago y ninguna autocrítica", lamenta.

Nacionalistas canarios.- El portavoz de los nacionalistas canarios, José Miguel Barragán, eludió hablar de las expectativas de CC. "No nos pronunciaremos", zanjó.