Facilitar el tránsito entre los niveles de Infantil y Primaria, desarrollar nuevas medidas de atención a la diversidad y potenciar los programas de cualificación profesional inicial (PCPI). Estas -junto a otras todavía en estudio- son las medidas que aplica actualmente o pondrá en marcha en las próximas fechas la Consejería de Educación del Gobierno canario para tratar de reducir las elevadas tasas de repetición de curso que presentan los alumnos de las Islas.

Así lo detalló ayer José Moya, director del Instituto Canario de Evaluación y Calidad Educativa, quien ya el pasado lunes, durante la presentación del informe de recomendaciones elaborado por PISA, aseguró que algunas de las recomendaciones del documento, en ésta y otras materias, ya están siendo objeto de atención por parte del Ejecutivo regional.

El análisis sobre la realidad educativa de las Islas desarrollado por el programa de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) para la evaluación y calidad de la educación incluía el consejo de reducir "si fuese posible a cero" el índice de repetición de los estudiantes.

Para mejorar las cifras, la Consejería de Educación se está centrando en "iniciativas que no requieran un cambio legislativo", pues buena parte de las competencias normativas en este aspecto corresponden a la Administración del Estado.

En este sentido, Canarias ejecuta o prepara actuaciones dirigidas a la mejora del éxito escolar, "que no puede conseguirse sin reducir los niveles de repetición", recordó Moya. El programa Infancia, que se lleva a cabo de forma experimental en treinta centros escolares y se dirige a favorecer la transición del alumnado a la educación Primaria, es la primera de ellas, y será complementada con nuevas medidas de diversificación curricular -contenidos adaptados para estudiantes con dificultades de aprendizaje- y con "una mejor adaptación de los programas de cualificación profesional".

Otro de los aspectos en los que la Consejería dice haberse adelantado a las recomendaciones de PISA es la de promover la autonomía de los centros educativos. "A comienzos de curso pedimos a los centros que elaborasen un proyecto de gestión de sus recursos humanos y materiales, relata el director del Instituto Canario de Evaluación y Calidad Educativa.

"También se nos ha solicitado un mayor esfuerzo por explicar las políticas educativas, y este año, por primera vez en mucho tiempo, el consejero se ha reunido con todos los directores de las Islas para detallas las líneas estratégicas del departamento y los objetivos de este curso", continuó Moya.

La necesidad de generar en Canarias una "cultura de la evaluación" también ha sido trasladada por la OCDE a la Administración educativa y, nuevamente, ésta afirma haber ya dado pasos hacia este objetivo. Así, José Moya apuntó que los centros que participaron el año pasado en la evaluación de diagnóstico de la Comunidad Autónoma "ya han recibido los datos y están haciendo una reflexión sobre ellos, con el fin de elaborar un informe que les permita identificar cuáles son sus ámbitos de mejora".

En cuanto a la posibilidad de compartir estas evaluaciones para establecer comparaciones, otro consejo de PISA, la legislación española lo "prohíbe expresamente". "El propósito de la evaluación no es hacer comparaciones", apostilló Moya.