Cuatro grupos de la Universidad de La Laguna que suman más del 40% del Claustro han solicitado la convocatoria de una sesión monográfica y extraordinaria sobre el estado de la libertad de opinión y expresión en la institución académica. De esta forma, la controversia que ha levantado el proceso disciplinario abierto contra la formación de alumnos AMEC -que ya se ha reflejado, incluso, en medios de comunicación nacionales- se trasladará al máximo órgano representativo de la ULL.

La petición, que ya ha sido recibida por el Rectorado, viene firmada por el grupo del profesorado Programa para una Universidad Canaria -que cuenta con 61 claustrales-, las formaciones del personal de administración y servicios Eupas -14- y PAS en Acción -siete-, y la propia AMEC -mayoritaria entre el alumnado, con 23 representantes-.

Sobre 12 miembros de AMEC pesa una amenaza de expulsión por haber elaborado, en febrero del año pasado, un comunicado en el que acusaban a la Facultad de Psicología de haber tramitado de manera negligente unas becas, lo que, según esta formación, conllevó el retraso en la percepción de las ayudas por parte de los beneficiarios. El equipo directivo del centro negó siempre estas imputaciones y se justificó en la negativa de los estudiantes a retractarse para acudir al servicio de Inspección de la Universidad.

Tras las indagaciones realizadas por el inspector, el instructor del caso ha achacado a dos de los componentes de AMEC la comisión de dos faltas graves: una de "ofensas", por la autoría del comunicado, y otra de "falta de probidad", por no haberse retractado de lo contenido en él. A los otros diez se les imputa únicamente esta última falta.

La intención de los grupos que han solicitado la convocatoria del Claustro es debatir sobre el ejercicio de la libertad de expresión en la ULL, y no únicamente sobre el caso de AMEC. Según Hipólito Delgado, portavoz de Programa, la Universidad "es el lugar adecuado para la circulación de las ideas y las opiniones", por lo que "las discrepancias no deben resolverse con sanciones de este nivel".

En cuanto al polémico reglamento disciplinario que rige en la Universidad -que data de 1954 y ha sido tachado de "franquista" por algunos sectores-, Delgado advierte de que no puede ser derogado desde la ULL, puesto que es de ámbito nacional, pero se muestra partidario de potenciar la mediación antes de aplicarlo.