El exministro de Exteriores en la primera etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, Miguel Ángel Moratinos, ayer vino a Canarias a buscar apoyos para la plataforma Mucho PSOE por Hacer, que demanda una revisión de los errores que llevaron a esta fuerza política a sufrir sendas derrotas electorales el año pasado en los comicios locales y los generales. Insistir en el elemento ideológico como marca de la casa es una de las apuestas que defendió con más fuerza ante un escenario casi lleno de afiliados y militantes tinerfeños.

Pero no todos los que acudieron al acto de apoyo de esta iniciativa eran socialistas anónimos. Anoche se dejaron ver la presidenta de la formación en las Islas, Dolores Padrón; el consejero de Presidencia, Justicia e Igualdad, Francisco Hernández Spínola; la diputada regional por La Palma, Rita Gómez; el director general de Comercio y Consumo, Gustavo Matos, y la diputada nacional por Tenerife, Patricia Hernández, firmante del documento marco de esta corriente del PSOE. Además, contaron con la presencia de la vicepresidenta del Senado, Yolanda, Vicente.

El exministro no quiso abordar de forma directa las acusaciones de otros sectores del partido que ven en esta iniciativa solo una plataforma a favor de las aspiraciones de Carme Chacón a la dirección federal del PSOE. Moratinos se limitó a insistir en que Mucho PSOE por Hacer incluye un elemento de "crítica, autocrítica y debate" y resaltó que "cuantas más iniciativas y debate, mejor para el partido".

Como Moratinos, Patricia Hernández también evitó referirse de forma abierta a Carme Chacón y volvió a insistir en que ahora no es el momento de hablar de nombres, "sino de poner la política por delante".

En todo caso, Moratinos dejó claro que espera obtener en Canarias el apoyo para este proyecto a fin de que el compromiso y la voz de esta corriente del PSOE sean respaldados para que en el próximo congreso federal quien obtenga la mayoría ofrezca una alternativa política distinta a la derecha conservadora. Más tarde arengó a su auditorio con "un vamos a ganar el congreso".

En todo caso, y para que quedara claro que su postura no es un ataque a Zapatero y al resto de su equipo, reivindicó su labor en la gestión de la crisis y lo calificó como el "mejor" presidente de la democracia española.

Eso sí, con un tono optimista que marcó todo su discurso, Moratinos remarcó que "no se puede seguir haciendo lo mismo", sino que ahora hay que recoger las críticas y "mirar al futuro". Y es que "no acepta" que el electorado de base esté derrotado, si bien entiende que esté "confuso y desilusionado" tras los resultados electorales de 2011.

Y en parte, apuntó, el problema es que el electorado ya no sabe distinguir "quién está en la derecha, la izquierda, o con Rosa Díez, y por eso perdemos las elecciones".

Canalizó el descontento de los asistentes al acto hacia la banca y se negó a apoyar planteamientos que aboguen por "calmar" a los "mercados". Lo que hay que hacer, arremetió, es regularlos.

"El PSOE ahora tiene que levantarse y cambiar, trabajar en un proyecto de futuro con los mismos valores y principios que siempre ha defendido, pero adecuarlos al momento actual, sin mirar más con nostalgia al pasado", insistió.

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