Los grupos que apoyan al Gobierno regional (CC y PSC) -más el grupo mixto- acordaron ayer en el pleno iniciar la tramitación de una modificación de la Ley del Consejo Consultivo para rebajar de 40 a 36 los apoyos necesarios a fin de designar cuatro de los siete miembros del Consejo Consultivo que dependen de la Cámara. El límite, que equivale a tres quintos de los escaños del Parlamento, es justo el que suman los diputados de CC y PSC juntos.

La medida, que en un primer momento solo afectará al Consejo Consultivo, se extenderá más tarde a la Audiencia de Cuentas de Canarias para "desbloquear" la renovación de sus miembros, algunos de los cuales -al igual que el Consejo Consultivo- llevan más de una legislatura a la espera de su renovación.

La iniciativa encontró el frontal rechazo del PP, que en boca de su portavoz, María Australia Navarro, la calificó de "asalto organizado" a las instituciones del Parlamento "sin precedente" en la historia autonómica al "marginar" a la primera fuerza de la Cámara.

Como en otras ocasiones, el PP denunció que la medida solo responde a los intereses políticos de nacionalistas y socialistas, que buscan así controlar esas instituciones y asegurar que queden al dictado del Gobierno regional y de los dos grupos que lo apoyan.

Navarro remarcó la "curiosa" coincidencia del nuevo límite necesario para designar los miembros del Consejo Consultivo con el número de los escaños de los dos grupos que sostienen al Gobierno antes de tachar la iniciativa de "burla" a la democracia, "ataque frontal" al sistema y de "vergonzosa" iniciativa.

Tanto el portavoz en la materia de CC, José Miguel Ruano, como el del PSC, Manuel Fajardo Palarea, insistieron en que el límite actual de escaños para renovar los órganos parlamentarios es "demasiado" alto y que impone una "rigidez" innecesaria que ha sido la causa -según apuntaron- del "bloqueo" de esas instituciones.

Tras calificar de "error" la fijación del límite en 40 diputados, pidieron varias veces al PP que se sumaran a la iniciativa, pero Navarro rechazó el ofrecimiento al lamentar el "desprecio" al consenso de socialistas y nacionalistas.

La portavoz popular recordó que en la anterior legislatura tampoco hubo acuerdo para renovar los órganos parlamentarios, pero no se modificó la norma.

"Es falso que piensen ahora que es un error", indicó antes de recordar que en 2002, cuando el límite estaba fijado en tres quintas partes (36 escaños) para designar sus miembros, el Parlamento aprobó, por unanimidad, subirlo a dos terceras partes (los 40 actuales).

"Todavía resuenan en esta Cámara las declaraciones de los socialistas sobre la calidad democrática que esgrimían la legislatura anterior", lamentó Navarro. "Donde antes se pregonaba el consenso, ahora se emplea el rodillo", añadió.

Pero Ruano insistió en que la iniciativa no buscaba la confrontación con el PP.