El Gobierno canario cuenta con "toda una estrategia" para combatir uno de los males endémicos de la educación en las Islas: los elevados índices de fracaso escolar. Lo anunció ayer en el Parlamento el vicepresidente del Gobierno regional, José Miguel Pérez, también responsable de las políticas educativas, quien, sin embargo, no detalló las medidas concretas que se están aplicando en los centros escolares para mejorar el rendimiento de los alumnos y aumentar el volumen de estudiantes que consigue el título de Secundaria.

Pérez no consideró oportuno por el momento aportar más información sobre las medidas puestas en marcha para atajar este problema, aunque aseguró poder "detallar el contenido de todos y cada uno de los programas". En cuanto a su financiación, garantizó que el Ejecutivo autónomo la mantendrá "en su integridad" y expresó su confianza en que el Ministerio de Educación haga lo propio.

La actuación de la Consejería de Educación para reducir el fracaso engloba cinco aspectos fundamentales: prevención del abandono y búsqueda del éxito escolar; mejora de la convivencia; corresponsabilidad de las familias; formación del profesorado; y otros programas transversales.

"En cada uno de ellos hay multitud de programas, entre cuarenta y cincuenta", enfatizó José Miguel Pérez. Estas medidas se relacionan con el refuerzo educativo en lengua y matemáticas, los idiomas o el tratamiento de problemas sociales y familiares.

El consejero reconoció que los datos dibujan "una situación negativa", con "un retraso importante" en los resultados de los alumnos, un alto porcentaje de repetición, una proporción de alumnos en grados medios de FP por debajo de la media española y una baja tasa de titulación en Bachillerato.

Solventar estas deficiencias exige estrategias que permitan, además, "poner en pie de igualdad a todos los ciudadanos", ya que las circunstancias socioeconómicas explican en gran parte los datos del sistema educativo canario, a juicio del consejero. "Son objetivos muy ambiciosos y difíciles de conseguir", admitió Pérez.

En nombre del PP, su diputada Maribel Oñate arremetió contra la indefinición del consejero. "No sé qué se va a hacer con el fracaso escolar. ¿Con qué medidas, con qué herramientas se va a actuar contra él?", se preguntó.

Por su parte, la parlamentaria socialista Rita Gómez lanzó un velado reproche a la forma en que CC ha gestionado hasta ahora la educación tras decir que las medidas aludidas por Pérez van en el buen camino. "La lucha contra el fracaso y las bajas tasas de idoneidad tenían que haber sido antes la prioridad", apuntó.

Marisa Zamora, de CC, defendió el esfuerzo realizado por el Gobierno autónomo desde 1983, momento en que recibió las competencias educativas de manos del Estado, y enumeró toda una serie de medidas puestas en marcha por los ejecutivos nacionalistas.

Finalmente, Carmen Rosa Hernández, de Nueva Canarias, recordó que la responsabilidad del fracaso "no es solo de la escuela, sino de toda la sociedad".