El Colegio Oficial de Veterinarios de Santa Cruz de Tenerife se muestra preocupado por el incremento de casos de dirofilariosis cardiopulmonar que se están registrando en el Archipiélago.

"Es una enfermedad parasitaria preocupante en nuestra comunidad autónoma, ya que, aunque sea de carácter muy poco zoonósico y por lo tanto de casi nulo impacto en la salud pública, representa un riesgo importante por la población canina y felina de las Islas", explicaron ayer fuentes del Colegio en un comunicado en el que detallaron que la dirofilariosis cardiopulmonar -también conocida como enfermedad del gusano del corazón- es una patología grave y potencialmente fatal.

"Canarias es zona endémica de dirofilariosis y su prevalencia en las Islas se mantiene en un valor alrededor del 19% entre la población canina general", abundan.

La enfermedad del gusano se transmite por diferentes especies de mosquitos culícidos y se presenta principalmente en perros, gatos y de forma accidental puede ser transmitida al hombre.

Según datos aportados en el último estudio dirigido por José Alberto Montoya Alonso, catedrático de Medicina Animal de la ULPGC, acerca de la seroprevalencia de dirofilaria immitis en animales de compañía en la isla de Gran Canaria, se ha demostrado que la seroprevalencia de dirofilaria immitis felina en la Isla supera a la canina. Esto podría ser debido al desconocimiento de esta enfermedad por parte de los propietarios y a la falta de medidas profilácticas.

Este dato muestra la importancia que tienen las características climáticas y el manejo sanitario de los animales en la determinación de la prevalencia en un área endémica de las parasitosis.

Precisamente, Europa vive una plaga de garrapatas y las enfermedades que transmiten a los humanos se han incrementado en un 300%. Ante esta situación los veterinarios canarios reconocen que en las Islas aumenta la prevalencia de garrapatas durante la época estival "si bien no se puede hablar de brote ni alerta, debido a las medidas de control en materia de sanidad animal aportadas por parte de los veterinarios, tanto los que trabajan en explotaciones ganaderas así como los que se dedican a pequeños animales".

Aún así, alertan de que se nota un incremento de la presencia de garrapatas "en los solares abandonados", puesto que se convierten en "focos de infestación" .