LA CONSEJERÍA de Industria del Gobierno de Canarias ha dictado, hace meses, una norma que tiene de cabeza a los nuevos ocupantes de viviendas más o menos antiguas que van a contratar un nuevo contador de luz.

La norma de Industria prohíbe a Unelco y a las otras eléctricas que suministren corriente a contadores instalados en los antiguos soportes de madera de las comunidades de vecinos, dentro de esa concentración de medidores que es común en la mayoría de los inmuebles.

En unos tiempos de crisis no ha dado tiempo a esas comunidades a reestructurar las instalaciones cuando algunas de dichas agrupaciones de vecinos registran muchos morosos que ni siquiera pueden pagar la cuota comunitaria.

La medida de Industria, que tiene que ser obedecida por las eléctricas, se estima precipitada e injusta, pues no afecta a los propietarios de viviendas que siguen con sus contadores antiguos, sino a las nuevas solicitudes. Es decir, alguien compra un piso, solicita su contador, a instalar en soporte de madera, y no se lo autorizan, aunque el resto de los vecinos que están en la misma situación -pero que no han pedido nueva instalación- puede seguir con la vieja.

Los electricistas están molestos con la norma, porque les ata las manos. Son cientos, miles, de casos los que se están dando en Canarias, sin que las protestas de los afectados hagan temblar el pulso a los responsables de Industria.

Esto es lo que se llama legislar sin sensibilidad. En otras muchas ocasiones ocurre lo mismo. Se dictan normas que sobre el papel pueden parecer seguras y lógicas, pero que intentarlas aplicar se hace extremadamente difícil. Aquí tenemos un ejemplo palpable de lo que decimos.

En un país, como es el nuestro, con un terrible exceso de legislación, no se deben dictar decretos de espaldas a la realidad. Ustedes dirán que este puede ser un problema puntual, que afecta a poca gente. Pues no, afecta y afectará a miles de personas, si lo legislado no se flexibiliza.

Hemos recibido constantes quejas al respecto. Y el culpable no es Unelco, ni el resto de las compañías que suministran corriente a domicilio. Es el Gobierno de Canarias, empeñado en ir contracorriente. Esperemos que la norma cambie o se flexibilice y que los vecinos no tengan que seguir soportando las injusticias que llegan de arriba.

Los vecinos están justamente cabreados, pero en las instancias de Industria estas quejas, por el momento, no han tenido el más mínimo efecto.