EL DIPUTADO regional Miguel Cabrera Pérez-Camacho (PP) ha decidido donar la totalidad de los emolumentos que le corresponden por su cargo parlamentario (unos 3.000 euros mensuales) a la organización Aspronte, que se ocupa de atender a personas discapacitadas.

En la legislatura anterior, Miguel Cabrera no percibió, por decisión propia, un solo euro como parlamentario, pero el dinero se quedaba en las arcas del Parlamento. Esta vez ha decidido que su sueldo vaya a parar a una institución benéfica.

Cabrera Pérez-Camacho es uno de los diputados más valiosos de la Cámara. Ha sido vehemente en la defensa de lo que consideraba oportuno y bueno para Canarias y se ha distinguido por la firmeza de sus ideas, algunas no bendecidas del todo por su propio partido. Se le considera un hombre independiente, justo y con las ideas políticas y personales muy claras. En su faceta docente en la Universidad de La Laguna es un líder entre sus alumnos y ha ejercido como inspector de finanzas del Estado, oposición que superó brillantemente, y ahora como abogado, en uno de los despachos más importantes de Santa Cruz, que él fundó.

Para quienes están acostumbrados a vivir exclusivamente de la política y a repetir cargos hasta la saciedad para garantizarse también la jubilación a costa de ellos, este es el mejor ejemplo de lo contrario. Miguel Cabrera quiere que el producto de su esfuerzo parlamentario vaya a parar a los más necesitados. Ha demostrado generosidad en muchos aspectos de su vida, pero, desde luego, ahora lo hace, si cabe, con más firmeza y altura de miras donando su sueldo a Aspronte, institución señora y señera, tinerfeña, dedicada a la atención a los demás. Y muy escasa de ingresos.

Cada parlamentario es muy dueño de cobrar su sueldo o de no hacerlo. Pero, desde luego, no creemos que haya en España muchos ejemplos como el de Miguel Cabrera. Canarias y sus ciudadanos deberían sentirse orgullosos de la actitud de este hombre, orador brillante, jurista de prestigio, parlamentario de lucimiento, que ha decidido ayudar a los demás renunciando a cantidades que, al cabo de la legislatura completa, resultarían muy cuantiosas.

Estas cosas se tienen que saber. Y nosotros las ponemos en conocimiento de ustedes. No creemos, conociendo al personal, que cunda el ejemplo, pero ahí lo tienen. Ojalá que no sea el último político que decida servir a los demás en un doble frente; trabajando por el bien de Canarias y donando el producto de ese trabajo a los más necesitados. Enhorabuena, señor Cabrera.