El Colegio de Ópticos-Optometristas de Canarias alerta de que casi el 25% de los padres no toma las precauciones necesarias para proteger los ojos de sus hijos, lo que atribuyen al desconocimiento sobre las graves consecuencias que tiene la exposición solar en los ojos durante los primeros años de vida. En este sentido, los especialistas recomiendan a los padres que reduzcan el riesgo de que los niños puedan padecer patologías utilizando gafas de sol e, incluso, sombrero o gorra con visera delantera.

"La gafas de sol no son ningún juguete", insisten, de ahí que a la hora de incorporarlas a la actividad diaria del niño hay que explicarle las consecuencias de no hacerlo y que, aun llevándolas puestas, nunca debe mirar directamente al sol.

"La adquisición de las gafas de sol en un establecimiento sanitario de óptica es una garantía de que las lentes cumplen todos los parámetros de seguridad y calidad", subrayan estos profesionales de la vista en una nota de prensa enviada ayer.

No son un juguete

Entre las recomendaciones más importantes que hacen los ópticos canarios está la de que los padres impidan que los niños estén sin viseras o sombreros o gafas de sol siempre que estén al aire libre entre las 10:00 y las 14:00 horas.

Hay que tener especial cuidado cuando se esté en la playa, ya que la arena refleja hasta el 15% de la radiación solar y, por su puesto, "nunca exponer a un bebé a la luz directa del sol".

El ojo del niño es más sensible que el del adulto, ya que su cristalino, que ejerce de filtro, aún no está funcionando a la perfección, por lo que antes del primer año de vida el cristalino deja pasar el 90% de la radiación UVA y el 50% de la UVB, con lo cual llega directamente a la retina.

Esto puede provocar serios daños a corto y largo plazo.

A corto plazo pueden darse casos de queratitis (quemaduras solares) y a largo plazo el daño puede ser más severo, pues pueden producirse alteraciones agudas de la córnea, lesiones degenerativas y quemaduras agudas en la retina.

Asimismo, se ha relacionado la radiación solar durante los primeros años de vida con la aparición en la edad adulta de patologías como las cataratas, primera causa de ceguera reversible en el mundo, la degeneración macular asociada a la edad, primera causa de ceguera irreversible en mayores de 65 años, y el pterigion, crecimiento anormal de tejido sobre la córnea.