Tras más de una década atendiendo a la práctica totalidad de los casos de anorexia y bulimia de las Islas, las asociaciones sin ánimo de lucro Alabente, de Tenerife, y Gull-Lasége, de Gran Canaria, se encuentran al borde de la desaparición, debido a la retirada de casi todas las subvenciones públicas que les permitían llevar a cabo sus programas de prevención, tratamiento y control. Sus responsables aseguran que a final de año tendrán que cerrar.

"El Servicio Canario de Salud (SCS) nos retiró la subvención que había creado específicamente para las dos asociaciones por ser las únicas que prestamos tratamiento ambulatorio y trabajo especializado para los trastornos de conducta alimentarios, pero ahí no ha quedado la cosa; también nos hemos quedado sin apoyos de cabildos, los ayuntamientos... Continuamos abiertos gracias al pago de cuotas simbólicas que hacen los socios y, sobre todo, realizando actos de tipo benéfico. Ya hemos hecho un bingo, un torneo de pádel e incluso un asadero y tendremos que seguir ideando nuevas acciones; aún así, no nos llega", explica la vicepresidenta de Gull- Lasége, Julia Castellano.

Pero en Alabente la situación no es demasiado diferente, tal y como explica su especialista en Dietética, Chaxiraxi Bencomo: "Nos han retirado el 70% de las subvenciones que recibíamos. Todas las administraciones han recortado su apoyo, y eso ha hecho que ahora sólo podamos contar con un voluntario, una chica en prácticas, una psicóloga y yo para poder mantener abierto el centro. Realmente, o mejora nuestra situación económica o tendremos que cerrar".

"Aguantamos como podemos, pero si nada cambia, a finales de año dejaremos de prestar el servicio", reconoce la portavoz de la asociación grancanaria. Algo que comparten en Alabente.

En total, entre las dos asociaciones actualmente atienden a cerca de 200 pacientes.

"La mayoría son niñas, pero también hay niños. Si no estuvieran aquí, deberían ser atendidos por Salud Mental, donde hay una lista de espera de meses y, en vez de hacerle seguimiento de una hora cada dos o tres veces por semana, sería de una hora una o dos veces al mes, además de que el psicólogo o psiquiatra no estaría especializado en esta materia tan sensible. ¡Pero si ellos mismos nos derivan todo a nosotros porque no saben qué hacer! Yo no entiendo que si se nos ha apoyado todos estos años por el buen resultado que han dado nuestros programas y porque cubríamos un servicio que la Sanidad no da, ahora se prescinda de nosotros con tanta facilidad", se lamenta Julia Castellano.

Cualquier persona interesada en conocer de primera mano la trayectoria o proyectos de estas dos organizaciones puede visitar sus webs, anorexiabulimiacanarias.org y alabente.org.

No obstante, desde Sanidad aclaran que "no es cierto que se hayan retirado las ayudas a las asociaciones de anorexia y bulimia, sino que esas subvenciones se han agrupado junto a las de las asociaciones de cuidados paliativos para evitar agravios o discriminaciones entre unas asociaciones y otras", y recuerdan que actualmente se está tramitando la convocatoria pública para la concesión de ayudas, que ascienden a 274.399 euros".