La Universidad de La Laguna ha elaborado un nuevo reglamento de profesores eméritos -los jubilados voluntariamente que continúan ejerciendo la docencia- con la intención de impulsar el plan de prejubilaciones y rejuvenecimiento de la plantilla que ha puesto en marcha el equipo del rector Eduardo Doménech, que ha tenido que recurrir a esta vía ante el doble fracaso en su intento de que el Claustro de la institución refrendase la reforma de los estatutos de la ULL.

La vicerrectora de Profesorado, Dolores Sosa, informó ayer del nuevo documento al Consejo de Gobierno, al que recordó que la ULL cuenta con dos modalidades de jubilación anticipada para los docentes, con el objeto de ir renovando poco a poco la plantilla. Una es la jubilación definitiva, en la que el trabajador cesa totalmente de sus actividades, y que se ha iniciado con una primera convocatoria de 31 solicitudes, que ha provocado las correspondientes 31 plazas vacantes. La segunda modalidad es la jubilación voluntaria, en la que se sigue manteniendo una vinculación con la universidad a través de la figura de profesor emérito.

Al no prosperar la reforma de los estatutos, esta segunda vía no pudo emprenderse en su día. Se optó entonces por la reforma del propio reglamento, que, según la institución, ahora fija con mayor precisión el conjunto de requisitos necesarios para ser contratado como profesor emérito.

Los requisitos para aquellos que quieran acceder a la figura de emérito son comunes tanto para los jubilados forzosos como voluntarios, lo que resulta una novedad con respecto al reglamento hasta ahora vigente. El documento sancionado ayer recoge que el emérito impartirá hasta un máximo de un tercio de la dedicación del profesor. También indica que es necesario haber prestado, al menos, quince años de servicio activo a la Universidad con dedicación a tiempo completo, o su equivalente con dedicaciones a tiempo parcial, de los cuales los diez últimos deben haber sido en la ULL sin periodos de actividad docente evaluados negativamente. También será necesario haber destacado por méritos docentes, investigadores o por especiales servicios a la Universidad y cumplir algunos requisitos adicionales.

El Consejo de Gobierno de la ULL también conoció el acuerdo de prejubilaciones del profesorado universitario. La vicerrectora señaló que la institución dispone de la posibilidad de tener en su plantilla 54 plazas de profesores eméritos, lo que supone el 3% de la plantilla actual. Teniendo presente ese límite se estableció que de modo general se reserven diez plazas de profesores eméritos para los docentes que cumplan los 70 años en las condiciones que establece el reglamento.

Para el resto de las 44 plazas, la ULL establecerá cada curso las convocatorias de plazas de profesores eméritos y, como norma general, el número de plazas de esta convocatoria anual será de una decena, cantidad que podrá aumentarse o disminuirse en función de las disponibilidades anuales.

El Rectorado, tras negociar con los sindicatos, elevará propuesta al Consejo de Gobierno para la determinación del número de plazas que se convocan cada año. El acuerdo fija un periodo de vigencia de cuatro años.

Por otro lado, el Consejo de Gobierno aprobó el convenio de colaboración entre el Cabildo de Tenerife y la ULL para la construcción del edificio que albergará el Centro de Investigaciones Biomédicas de Tenerife (Cibiten). El rector recordó que existía un acuerdo previo suscrito por el equipo de gobierno anterior con la corporación insular para crear un instituto tecnológico de biomedicina, que no se materializó por falta de crédito, cuestión que ha sido ahora solventada con la petición de un préstamo al Instituto de Salud Carlos III de Madrid, por ocho millones de euros.