ESTO no tiene nada que ver con la política canaria, menos movida que las calles de Tokio. Hay una crónica excelente, en El Mundo, de Fernando Sánchez-Dragó, allí de "cuerpo presente". Habla del pianista de su hotel, inasequible al desaliento. Como ocurrió en el "Titanic" y también en los "saloones" de las películas del Oeste, mientras la tierra tiembla, el barco se hunde y se forma la balacera, el pianista no deja de tocar. Para ser pianista en Tokio hace falta estar fabricado con una pasta especial.

En Tokio, eso. Y aquí, Julio Pérez se ha subido a la guagua. Está en las popas de las guaguas verdes de Titsa, con una sonrisa, descamisado y encorbatado. La foto es buena. El candidato socialista a Santa Cruz busca que en San Pío, en Santa Clara y en El Suculum conozcan su cara. Y su mensaje reconstructivo. Se ve que Julio no le tiene miedo al celo de la fiscal Violán, a la que conoce bien. Muy bien.

Bermúdez presenta lista. Es listo. Ha entregado cartas a los ciudadanos e invitaciones personalizadas. Es listo, repito. Santa Cruz será la madre de todas las batallas. Quien tenga Santa Cruz puede tener el Cabildo. Por eso es la madre de todas las batallas. La Laguna también, pero en La Laguna está claro que ganará Fernando Clavijo.

En Tokio, Fernando Sánchez-Dragó vive sus terremotos y "apatrulla" la ciudad, como Torrente. En Canarias, los contendientes buscan sus enfrentamientos, en medio de un frío atroz. Los más osados se van al Teide, francas sus carreteras. En el Puerto de la Cruz -voy a ser claro- está tardando Sebastián Ledesma, candidato del PP, en buscar la colaboración de los letrados Pedro Ángel González Delgado y Lope Afonso para integrar su lista. Es justo y necesario y sería una excelente candidatura. Marcos Brito busca refuerzos, pero no los halla. Y la perdedora Lola no sabe cómo contrarrestar el caso del alemán deslenguado y de su subvención desalmada.

En Tokio tiembla la tierra, aquí tiemblan los políticos de emoción. El 22 de mayo puede ser un mal día para dejar de fumar, como decía aquel controlador en "Aterriza como puedas". Es lo que hacemos todos, aterrizar como podemos en este valle de lágrimas. Cada vez está la cosa más confusa. Tan confusa como las encuestas del PP, de las que todo el mundo habla pero nadie conoce.

En Tokio, preocupados por la cosa nuclear; y aquí están todos nucleados en torno al toque del poder. Son dos mundos, pero no sé cuál prefiero.